Ningún comentario

En muchos países, los retos energéticos y medioambientales han motivado el debate interno sobre el mejor sistema energético.  Esta reflexión ha permitido en alguno de ellos la puesta en marcha de planes y políticas energéticas que cuentan con la aportación nuclear. Esta tecnología se está consolidando como fuente de energía para el futuro porque cumple con los criterios básicos de disponibilidad, competitividad y no emisión de gases ni partículas contaminantes.

Según los datos del Organismo Internacional de Energía Atómica, en todo el mundo hay actualmente 441 reactores nucleares en operación y 65 unidades más en construcción en 16 países. Este impulso se debe, fundamentalmente, a que la energía nuclear permite producir electricidad de forma abundante, constante y, en consecuencia, ofreciendo estabilidad a la red y garantizando el suministro. Se trata, además, de la única tecnología capaz de suministrar grandes cantidades de electricidad sin contaminar la atmósfera. Por eso, desde el punto de vista energético, cualquier estrategia realista para frenar el cambio climático necesita de eficaces políticas de ahorro y eficiencia unidas al impulso de fuentes no emisoras de CO2~,~ como la nuclear.

La Comisión Europea reconoce, por su parte, que las centrales nucleares aportan un tercio de la electricidad que se consume en la Unión Europea y ayudan a frenar las emisiones contaminantes. En efecto, los 130 reactores nucleares que operan en los estados miembros evitan la emisión de entre 450 y 680 millones de toneladas de CO2~ ~en toda la Unión.

El presidente de Foro Nuclear, Antonio Cornadó. FOTO: Foro Nuclear.
El presidente de Foro Nuclear, Antonio Cornadó. FOTO: Foro Nuclear.

Si nos centramos en España, es importante destacar que contamos con un mix de producción de electricidad diversificado. Siguiendo las directrices de la Comisión Europea, en nuestro país, es necesario un modelo energético sostenible y, para conseguirlo, se precisa de seguridad estratégica de suministro, respeto al medio ambiente y optimización de los costes de generación. La energía nuclear cumple con estos tres requisitos. España es una isla energética y, en particular, eléctrica, que importa más del 71% de las materias primas energéticas que consume, una cifra bastante superior a la de la media de la Unión Europea, que es del 53%.

En los últimos años, los reactores nucleares españoles han producido cerca de 60.000 GWh anuales, aportando el 20% de la electricidad consumida y evitando la emisión de entre 45 y 55 millones de toneladas de CO2, dependiendo de que la producción nuclear fuese sustituida por una combinación de carbón y ciclos combinados o por carbón, análoga a la del año 2014. Estas cifras equivalen a las emisiones producidas por entre 21 y 25 millones de automóviles.

Por otro lado, la producción nuclear estabiliza los precios de la electricidad al tratarse de una fuente constante y predecible de generación, lo que ayuda a la competitividad de nuestras empresas.

En definitiva, la tendencia internacional es incrementar la producción nuclear con la construcción de nuevos reactores y el mantenimiento de las centrales nucleares existentes. Por tanto, la operación a largo plazo de todas las centrales nucleares españolas –siempre bajo la supervisión técnica del Consejo de Seguridad Nuclear- se presenta como una buena opción para cumplir con las directrices básicas en materia energética de la Unión Europea, al tiempo que permite colaborar eficazmente al logro de los objetivos ambientales, que serán discutidos en la Cumbre de Cambio Climático COP21 en París.

_ Antonio Cornadó es presidente del Foro de la Industria Nuclear._

Noticias relacionadas

No hay comentarios

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios