La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) recomienda al Gobierno que en las futuras subastas de energías renovables cabría valorar el establecimiento de reservas mínimas o la convocatoria de pujas neutras o específicas para otras tecnologías, más allá de la eólica y la fotovoltaica.
En su informe sobre la subasta de capacidad 'verde' celebrada el pasado 26 de enero, el 'superregulador' recomienda una serie de mejoras para el diseño de las próximas subastas de energías renovables.
Junto a esta mejora, la CNMC recomienda para las próximas subastas otras series de recomendaciones que afectan a aspectos como la comunicación de los resultados de la subasta, la salvaguarda de competencia, la sincronización del calendario indicativo de subastas con la ordenación de las solicitudes de acceso o el número de tramos que se ofertan en la subasta o la duración del periodo de inserción de pujas, entre otras.
En concreto, en la subasta de capacidad renovable de enero, la primera que se celebraba en España desde 2017, se puso en juego un único cupo de producto de 3.000 megavatios (MW) de potencia instalada, con dos reservas mínimas, de 1.000 MW cada una, para tecnologías fotovoltaica y eólica terrestre, respectivamente, quedando así únicamente 1.000 MW para competir todas las tecnologías elegibles.
No obstante, la potencia adjudicada se repartió entre estas dos tecnologías, con el 67,1% (2.036,2 MW) para la fotovoltaica, a un precio medio ponderado de 24,47 euros por megavatio hora (MWh), y el 32,9% (997,9 MW) a la tecnología eólica terrestre, a un precio medio ponderado de 25,31 €/MWh.
El organismo presidido por Cani Fernández destaca que los precios medios de ambas tecnologías fueron similares, lo que revela que hubo competencia entre ellas por la adjudicación.
Los 3.034 MW adjudicados en la subasta representan en torno al 11% del incremento de potencia renovable previsto en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) para el año 2025, que representa unos 28.234 MW más de capacidad renovable respecto a 2020, pasando así de los 54.129 MW a los 82.363 MW.
RITMO DE INSTALACIÓN DE RENOVABLES
Considerando la senda de crecimiento de la potencia renovable a subastar del calendario indicativo, la fecha límite de disponibilidad de la potencia subastada en la primera subasta, y una hipótesis de neutralidad tecnológica y de un plazo medio de inicio de la producción, desde la celebración de las subastas, de alrededor de tres años para el resto de potencia a subastar del calendario indicativo (2021-2025), la CNMC estima que habría que sumar a la potencia obtenida a partir de las subastas, otros 6.080 MW anuales a iniciar en cada año del periodo 2023-2025.
Por tanto, las cifras de incremento acumulado a 2025 procedentes de subasta serían 9.994 MW, mientras que 18.240 MW procederían de otros mecanismos.
En lo que respecta a los objetivos a 2030 del PNIEC de alcanzar los 112.914 MW instalados de capacidad renovable -con un incremento de 58.785 MW desde los 54.129 MW de 2020-, el regulador considera que sería necesario añadir a la potencia instalada, obtenida a través de las subastas, 3.994 MW al año a instalar en cada uno de los ejercicios entre 2026 y 2030.
OPERATIVOS EN 2023 Y 2024 LOS MEGAVATIOS ADJUDICADOS
Por otra parte, la potencia adjudicada en la subasta de enero a la tecnología fotovoltaica tiene el 28 de febrero de 2023 como fecha límite para estar disponible, mientras que la fecha límite de disponibilidad de la potencia adjudicada a la tecnología eólica terrestre es el 29 de febrero de 2024. La incorporación de esta potencia contribuirá a bajar el precio del mercado diario cuando desplace a tecnologías marginales más caras.
Asimismo, la instalación de la potencia adjudicada contribuirá a reducir las emisiones de CO2 en un volumen estimado entre un millón y millón y medio de toneladas anuales.
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