El uso de fuentes limpias para generar electricidad ha superado por primera vez en Andalucía, en 2020 al de las de origen fósil, ya que ha supuesto el 51,1 %, un 12,4 % más que en el año anterior, lo que también ha llevado aparejado una reducción del 25 % de las emisiones de dióxido de carbono por unidad de generación eléctrica respecto a 2019.
Según ha informado la Junta de Andalucía, en 2020 se ha registrado un importante descenso en el consumo energético a causa del impacto de la covid-19 2020, y así se constata en la publicación de referencia “Datos Energéticos” que elabora anualmente la Agencia Andaluza de la Energía.
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Esa reducción de la demanda de energía ha sido más acusada en sectores como el transporte y la industria, lo que se ha traducido en un descenso del 13,4 % en términos de energía final (que engloba la demanda en los sectores transporte, industria, primario, servicios y residencial, siendo este último el único que no solo no disminuye sino que crece ligeramente), hasta situarse en 11.774,6 ktep (kilotoneladas de equivalente en petróleo) en Andalucía.
La contracción del consumo se ha registrado fundamentalmente en las fuentes fósiles, cuya demanda total ha sido un 22 % inferior a la de 2019.
A diferencia de los combustibles fósiles, las energías renovables han generado 15.086,9 GWh de electricidad, un 12,4 % más que en el año anterior.
Esto supone que el 51,1 % de toda la electricidad producida en Andalucía en 2020 ha tenido su origen en fuentes limpias, gracias a una potencia instalada renovable de 8.103,4 MW (de un total de 17.562,6 MW), que representan el 46,1 % del total del parque generador andaluz (correspondiendo el resto a ciclos combinados, cogeneración y residuos, bombeo y carbón).
Este porcentaje ha aumentado casi tres puntos porcentuales respecto al año anterior por el incremento en más de 800 MW de la potencia instalada de solar fotovoltaica conectada a red, que ha hecho que la producción eléctrica con esta fuente haya crecido un 102 % (1.871,8 GWh), así como de la producción con biomasa, un 17,3 % (275 GWh).
Redujeron, sin embargo, su aportación la energía termosolar un 11,7 % (290,6 GWh), la hidráulica un 10,4 % (65,2 GWh) y, en menor medida, la eólica un 1,87 % (123,8 Gwh).
Respecto al grado de autoabastecimiento energético en Andalucía (la relación entre la producción autóctona para consumo propio y el consumo de energía total), éste ha crecido 2,5 puntos porcentuales hasta situarse en el 21,8 %, a pesar de reducirse la producción para consumo interior un 3,8 % (148,4 ktep) influenciada por un menor consumo de biomasa a causa de una campaña agrícola menos productiva.
Así, las fuentes renovables representaron en 2020 el 99,8 % de los recursos propios con los que la comunidad cubre parte de su consumo de energía, correspondiendo el resto al gas natural.
La escasa utilización del carbón en la producción y la mayor generación eléctrica con renovables ha supuesto una notable reducción de las emisiones de dióxido de carbono por unidad de generación eléctrica, que dirige a un importante avance en la descarbonización del sistema energético andaluz.
Este indicador desciende a 243 toneladas de CO2 por gigavatio hora producido, un 25 % por debajo del valor de 2019.
Análisis provincial La demanda de energía final se ha reducido en todas las provincias andaluzas respecto a 2019, siendo más significativa la de Málaga, que disminuye un 25,8 % (575,1 ktep). En Cádiz lo hace en un 14 % (340,7 ktep), Granada en un 13,2 % (173 ktep), Sevilla en un 12,5 % (310,9 ktep), Córdoba en un 12,2 % (138,6 ktep), Jaén en un 11,7 % (138,9 ktep), Almería en un 8,9 % (91 ktep) y Huelva en un 2,8 % (50,4 ktep).
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