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La empresa australiana pionera en baterías de flujo entra en suspensión de pagos al no encontrar inversores

Las acciones de la empresa, que debutó en el mercado en 2010, han sido suspendidas de cotización

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Redflow, una de las mayores esperanzas australianas en el campo de la tecnología de baterías, ha sido declarada en concurso de acreedores, lo que supone un nuevo revés para las ambiciones de la industria ecológica del país.

Redflow construirá uno de los mayores proyectos del mundo de baterías a base de zinc en California

La empresa, con sede en Brisbane, lleva más de una década trabajando en su tecnología de baterías de flujo -que tiene la ventaja de su mayor duración y su nulo riesgo de incendio-, pero ha tenido problemas con los costes, sobre todo porque el precio de las baterías de litio sigue bajando.

La empresa esperaba lanzar una versión a escala de megavatios-hora de su batería, conocida como X10, y había firmado un memorando de acuerdo para instalar una batería de 5 MWh con la empresa energética estatal Stanwell. ).

Pero, aunque recibió ofertas de apoyo de varios organismos públicos, afirma que no ha podido conseguir financiación equivalente de inversores para apoyar el desarrollo del proyecto, que habría contado con ocho horas de almacenamiento.

“A lo largo de los últimos nueve meses, Redflow se ha puesto en contacto con varios gobiernos y organismos estatales y federales que han confirmado la existencia de importantes ayudas públicas para financiar el plan de Redflow”, declaró la empresa el viernes en un comunicado.

Con el fin de acceder a estos fondos, sin embargo, Redflow requería una importante “financiación de contrapartida” de los mercados de capitales australianos, pero en el mercado actual, no ha podido atraer el apoyo de capital requerido.

En ausencia de dicho apoyo, los directores creen que Redflow es incapaz de continuar como una empresa en marcha y no tienen otra opción que colocar el Grupo Redflow en administración voluntaria.

La compañía dijo que Richard Hughes y David Orr de Deloitte han sido nombrados administradores voluntarios de Redflow Ltd y sus filiales australianas. Llevarán a cabo una revisión y evaluación del negocio y la situación financiera de Redflow antes de hacer recomendaciones sobre su futuro.

La declaración de Redflow se produce pocos meses después de la quiebra de otra empresa pionera en tecnologías ecológicas con sede en Brisbane, Tritium, fabricante de equipos de recarga rápida de vehículos eléctricos, que ha sido vendida a la india Exicom.

Este hecho pone de manifiesto las dificultades de las empresas australianas para competir en un mercado global, así como algunos de los retos a los que se enfrenta el plan «Made in Australia» del Gobierno federal, que pretende apoyar la fabricación en Australia.

Las acciones de la empresa -que debutó en el mercado en 2010- han sido suspendidas de cotización. Alcanzaron un máximo de 81 céntimos en 2021, pero la última vez cotizaron a menos de 10 céntimos por acción, lo que da a la empresa una valoración de mercado de unos 24 millones de dólares.

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