Alemania generó significativamente menos electricidad con origen en centrales eléctricas de carbón en la primera mitad del 2019, con una producción inferior en más de un quinto en comparación con el año anterior. La generación procedente de lignito se redujo en 14 TWh (-21%) y la de carbón se redujo en 8TWh (-24%). Con únicamente la generación de gas aumentando moderadamente (3TWh), las emisiones del sector eléctrico alemán cayeron en 20 millones de toneladas de CO2 (-19%).
La mayor economía de la UE, también es la más contaminante y representa aproximadamente un tercio de todas las emisiones de CO2 relacionadas con la electricidad en el bloque comunitario. Cerca de la mitad de la electricidad de la UE de generación procedente de lignito, tiene lugar en Alemania, así como una cuarta parte del total para carbón.
La brecha dejada por la electricidad a carbón se ha llenado en gran medida con energías de orígenes renovables, con una producción procedente de los parques eólicos alemanes de hasta 11TWh (+ 19%) y de los fotovoltaicos de hasta 1TWh (+ 6%) en la primera mitad de 2019, mientras que la demanda cayó en 9TWh (-3%). El cambio significa que la eólica está camino de convertirse en la mayor fuente de electricidad en Alemania este año, superando al lignito.
En los 28 Estados miembros de la Unión Europea, la generación a carbón cayó un 19% en la primera la mitad del año. Todos los países de Europa occidental experimentaron reducciones. El carbón representaba menos del 2% del mix energético en Irlanda, Francia y Reino Unido. Este último país incluso tuvo dos semanas en mayo en las que no se produjo electricidad a partir de carbón. Sorprendentemente, la producción de energía a carbón disminuyó incluso en Polonia (-6% a/a) donde una nueva planta de gas ha sido puesta en funcionamiento (Plock).
La disminución en la generación a carbón en 2019 se produjo sin que ninguna central eléctrica importante cerrase. La capacidad instalada de carbón es de 23,7 GW, pero la producción máxima este año no excedió los 17,4GW y se ha mantenido por debajo de los 11,2GW desde marzo.
La mayor parte de esta inactividad puede atribuirse a las pujantes energías renovables que generan más electricidad y al hecho de que muchas centrales eléctricas a gas ahora son más baratas que sus competidoras a carbón, debido las caídas en el precio del gas y los mayores costes del carbono en el Sistema de Comercio de Emisiones de la UE.
La generación eólica y fotovoltaica aumentó en 32TWh en la primera mitad del 2019. De los 32TWh, el 80% proviene de origen eólico y solo el 20% de fotovoltaico. No es sorprendente que los países que construyeron la mayor cantidad de plantas de energía eólica y fotovoltaica registraron una mayor disminución en su quema de carbón. Otro 50% en la caída de la producción de carbón puede explicarse por el cambio de carbón a gas. Los precios del gas se redujeron drásticamente a finales de 2018, mientras que el precio del EUA continuó aumentando.
Un artículo de Ignacio V. Belenguer Margarit, Corporate Trader de Vertis Environmental Finance
Josep
07/08/2019