Uno de los grandes peligros de las subvenciones, de cualquier índole, es el alto grado de corrupción que puede atraer. En España, uno de los grandes problemas del boom de las renovables fue entre otras cosas la especulación con los terrenos que salieron al calor de la rica subvención que se ofrecía por entonces. Más de uno y de dos se aprovecharon de la situación para vender el suelo a precio fuera de mercado. Y como en muchas operaciones inmobiliarias, el dinero negro corrió como la pólvora.
En Italia, sin embargo, el problema es otro. Se llama mafia y se ha adueñado de buena parte de las subvenciones a las renovables en la isla de Cerdeña. Los miles de paneles solares instalados en la pequeña isla italiana han atraído a unos inversores que no se les esperaba, el mayor grupo de crimen organizado del país.
El boom de las renovables en Italia se ha dado, como también ocurrió en España, gracias a unas generosas subvenciones que ofrecía el Estado. En el caso de Cerdeña, metida de lleno en una dura crisis económica, con una tasa de desempleo desbordante, se pensó que las energías renovables podrían ayudar a mejorar la situación. Pero, no ha sido así. Se esperaba atraer a inversores y lo que se ha conseguido es llevar especuladores, corruptos y mafiosos. Las subvenciones a las renovables se han convertido en el escaparate perfecto para lavar dinero negro.
Cerdeña tiene de todo. Hay viento, da mucho sol, se cultiva de todo, por ejemplo, está lleno de girasoles, muy buenos para la biomasa. Es un paraíso para las renovables.
Como las subvenciones son jugosas, se sospecha que muchas empresas hayan aprovechado la ocasión para hacerse con los fondos estatales de manera fraudulenta, según denunciaron varias asociaciones locales.
Según el fiscal Mauro Mura, la mafia ha entrado en el sector de las energías renovables, debido a que ha descubierto el sistema perfecto por el cual, a través de falsas empresas agrícolas, recibe cuantiosos fondos sin que haya producción.
"La mafia invierte desde el 2013 en el sector de la energía renovable", denunció recientemente la policía europea, Europol.
"Se trata de obtener subvenciones para los agricultores que han instalado paneles solares, los cuales están autorizados a vender el excedente producido a terceros", contó Pietro Porcedda, miembro de la Asociación para la salvaguarda del territorio a la Agencia France Presse (AFP).
Y claro, en Cerdeña se han instalado cientos de miles de paneles solares en las cubiertas de los invernaderos. En la periferia de la localidad de Narbolia, una empresa china instaló 107.000 paneles solares para 1.600 invernaderos, destinados oficialmente para la producción de aloe. El resultado es que en vez de aloe sólo hay maleza. Sin embargo, la empresa china recibe los beneficios de la venta de energía solar al gigante italiano Enel, según denunció Porcedda.
En definitiva, en negocio redondo, con poco esfuerzo y mucha ganancia, a través del cual enormes cantidades de dinero se van fuera de Italia y no deja beneficio alguno a la isla. Tras conocer estos abusos, y viendo que la tarifa eléctrica se disparaba, el Gobierno italiano, al igual que se hizo en España, ha recortado las ayudas.
La mafia siempre encuentra algún recoveco para hacer negocios fraudulentos y seguir financiándose. Es lo que tiene el crimen organizado. Hasta ahora, drogas, delincuencia, armas. Lo que no era de esperar es que traficaran con energías renovables.
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