La OCU critica la fuerte subida del margen de las gasolineras cuando más bajo está el crudo

El informe de supervisión de los precios de estaciones de servicio del mes de diciembre, elaborado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha constatado que las gasolineras han subido el margen bruto que aplican a los precios de los carburantes.

La subida de diciembre ha sido de un 5% para el caso de la gasolina y ha llegado al 9% en el caso del gasoil. Este incremento del margen ha incidido en los precios. En diciembre los precios bajaron un 2% en el caso de la gasolina 95 y un 6% en el caso del gasóleo, y ello a pesar de la importante caída que ha sufrido el precio del petróleo.

El incremento de márgenes de las gasolineras, entre otros factores, explica que los precios de los carburantes en España se sitúen entre los más altos de Europa antes de impuestos, según el Oil Bulletin de la Comisión Europea.

España se sitúa como el quinto país con los precios más caros en gasolina. En diesel, baja a la décima posición, pero es el más caro en comparación con los principales países de la UE y de los países de nuestro más inmediato entorno.

Para la OCU los datos del incremento de márgenes aplicados por las gasolineras ponen de manifiesto una vez más que la estructura del mercado de distribución de carburantes impide de nuevo que los consumidores se beneficien plenamente de la baja de los precios del petróleo.

"La falta de competencia en este sector permite que en un entorno de bajada generalizada de los precios del petróleo las gasolineras incrementen su margen a costa de los consumidores", asegura la organización.

Por ello, la OCU denuncia que esta situación que perjudica a los consumidores se produce "ante la pasividad de las distintas administraciones incapaces de tomar medidas eficaces que eviten el perjuicio causado a los consumidores obligados a seguir pagando más altos por los carburantes".

Medidas que "necesariamente tienen que ser estructurales y no solo estéticas o de cara a la galería". estas acciones pasan  por una reducción de las cuotas de mercado de los grandes operadores tanto en provincias, grandes rutas como en grandes núcleos urbanos, y que conlleven una reducción del poder de mercado que estas tienen, con el fin de fomentar una oferta diversificada que permita a los consumidores elegir con garantías y con precios justos.