Política energética

La soledad del ministro Nadal

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El ministro de Energía, Álvaro Nadal, reconoce estar solo. Sí, como lo leen. Su Real Decreto para controlar el cierre de centrales eléctricas a consecuencia de que las eléctricas (sobre todo tras lo de Iberdrola) quieran finiquitar las centrales térmicas de carbón no consigue tener apoyos.

Ni por parte del sector, ni por nadie en el arco político. Bueno sí. Ayer lo obtuvo del sindicato UGT Fica en una operación que parecía más de un circo que de otra cosa. Les explico. El sindicato anunció a bombo y platillo que este miércoles 10 de enero iba a realizar una concentración ante el Ministerio de Energía (¿?) en Madrid para pedir que no se cierren las centrales térmicas de carbón en España. Algo que es muy lícito por su parte.

También dijeron que aprovechando que estaban ahí, iban a entregar un documento solicitando el no cierre. Lo que no se sabía es que el propio ministro Nadal les iba a recibir con los brazos abiertos para hacerse la fotografía y tratar de vender que el Gobierno tiene apoyos con esta medida. Ni los propios sindicatos lo sabían. ¿Una encerrona-estrategia del ministro?

El caso es que tras la reunión, el ministro Nadal les agradeció a los cabecillas del sindicato su apoyo al RD de cierre de centrales de carbón. Se hicieron las fotos y todos contentos. Cabe preguntarse si todo esto estaba preparado o no, porque dio esa sensación de que estaba todo manipulado.

Y claro, como el Pisuerga pasa por valladolid, pues el ministro Nadal achacó al arco parlamentario que se hubiera quedado solo con su Real Decreto. Se supone que el Ministerio ha tratado de negociar con el resto de partidos esta normativa. Ante la negativa del resto de partidos (solo parte de Unidos Podemos le hizo un pequeño guiño para no dejar tirados a los trabajadores de las centrales), Nadal decidió sacar la norma como fuera, y por eso lo convirtió en Real Decreto para así no tener que pasar por el Congreso.

El ministro está solo, o eso dice. Pero ya se encargó de reunirse con los presidentes de Asturias (PSOE) y Castilla y León (PP) para arroparse ante esta soledad. Consiguió su apoyo e incluso se reunió con ellos y el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, para tratar el cierre de las centrales térmicas de Lada y Velilla. Una reunión que se convirtió en una encerrona para la eléctrica y que acabó como el rosario de la aurora.

Y es que el RD de cierre de centrales eléctricas, se ha visto desde el sector como un intento más de acaparar por parte del Ministerio. Un claro ejemplo de intervencionismo puro y duro que asesta un duro golpe a la libertad de mercado que tanto se defiende desde las filas del Partido Popular.

Pero el ministro Nadal sabe perfectamente que este chicle se estira poco. Sabe que la UE está detrás, mirando con lupa todos estos movimientos porque en Europa se apuesta por la descarbonización y no por mantener abiertas las centrales térmicas, las que más contaminan de todo el mix con gran diferencia. Y más queriendo recibor más ayudas.

Por eso choca que el ministro Nadal diga que su intención es mantener abiertas las centrales eléctricas rentables y necesarias por motivos económicos o medioambientales. ¿Mantener abiertas centrales de carbón por motivos medioambientales? ¿Cómo se come eso?

Además, si el cierre de las centrales eléctricas ya está regulado, ¿por qué quiere el ministro mantener abiertas estas centrales de carbón al igual que las nucleares? La excusa que pone es para que no suba el precio de la luz. Dice que son fundamentales para ello. Entonces, ¿qué va antes, el motivo económico o el medioambiental? Eso no se sabe.

Ahora, la CNMC se tiene que pronunciar al respecto. Lleva dos meses trabajando con el RD. Parece que les está costando más de lo debido. Es cierto que hubo muchas alegaciones, la gran mayoría en contra del RD, y debe el supervisor revisar todas ellas y dar su opinión al respecto. Aunque luego el Gobierno hará lo que quiera.

En definitiva, el ministro Nadal trata de buscar cualquier apoyo a esta normativa aunque sea mirando debajo de las piedras, en vez de bajar los brazos y tratar de buscar el consenso. Porque como se dice, si tanto la mayoría de la población (cabe recordar la encuesta que hizo El Mundo) como sus rivales políticos no lo apoyan será por algo, y si de verdad está solo el ministro (que no lo parece tanto) ¿no debería pensar que a lo mejor el equivocado es él?.

PD. No recuerdo a los sindicatos ir a manifestarse a la puerta del Ministerio cuando por culpa de la moratoria renovable se perdieron miles de empleos en toda España.

Un análisis de Ramón Roca, director de El Periódico de la Energía.

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