Las recientes órdenes ejecutivas en Estados Unidos podrían tener profundas implicaciones en los vehículos eléctricos (VE), ralentizando el ritmo de adopción, según un reciente informe de Wood Mackenzie.
Según el informe, Las órdenes ejecutivas de Trump desestabilizan los mercados de vehículos eléctricos y baterías, los cambios políticos han impactado en los mercados de VE, baterías y materias primas en EEUU y a nivel global. Los cambios de gran alcance afectarán a todo, desde los subsidios para los consumidores hasta la financiación de las estaciones de carga de EV, así como a los aranceles comerciales sobre las materias primas importadas.
Vehículos eléctricos
Según Max Reid, analista principal de Wood Mackenzie, "la orden “Unleashing American Energy” podría tener un impacto significativo en el mercado de los vehículos eléctricos, especialmente si la Administración elimina los créditos fiscales de 7.500 dólares para los vehículos eléctricos de consumo de 30D y comerciales de 45W". "Esto aún está por determinar, pero Wood Mackenzie espera que los créditos restantes para vehículos eléctricos contengan criterios de elegibilidad más estrictos en torno al abastecimiento de minerales críticos para promover la seguridad mineral".
Otras medidas que podrían entrar en juego son la flexibilización de las normas de emisión de gases de escape de la Agencia de Protección Medioambiental (EPA), que exigen una penetración del VE de aproximadamente el 70% para 2032, y la eliminación de la capacidad de California para establecer sus propias normas de emisión, eliminando así el mandato de los vehículos de cero emisiones (ZEV), que afecta al 30% del mercado de vehículos ligeros de EEUU.
"La aplicación de una nueva política más estricta podría reducir la adopción de vehículos eléctricos enchufables del 32% al 23% en 2030», afirma Reid. "Aunque el alcance de los recortes de las subvenciones y los detalles sobre las nuevas normas de emisiones no están claros, esperamos que la trayectoria de las ventas de VE sea más lenta que las previsiones anteriores".
Infraestructura de recarga de VE
La reciente orden ejecutiva de Trump exige específicamente una pausa de 90 días para revisar los planes National Electric Vehicle Infrastructure (NEVI) y Charging and Fueling Infrastructure (CFI). Hasta 2025 inclusive, se han asignado 3.200 millones de dólares a los estados, pero sólo se han adjudicado 600 millones en contratos para más de 4.500 puertos de recarga.
Es poco probable que los contratos ya adjudicados a los proveedores se vean afectados; sin embargo, como se ha indicado, 600 millones de dólares son sólo el 19% de la financiación total. Los anuncios de adjudicación aumentaron en el cuarto trimestre de 2024, ya que muchos estados estaban preocupados por el futuro de la financiación NEVI.
Sin embargo, en contexto, los puertos financiados por NEVI representaron sólo 126 de los 14.000 nuevos puertos en 2024 (0,1%).
"Naturalmente, esperamos que se abran más estaciones NEVI en 2025, pero la financiación NEVI fue una parte del panorama más amplio", dijo Reid. "El ritmo de despliegue de la infraestructura de recarga debería mantenerse sin cambios a principios de 2025, pero las menores ventas de VE pueden causar temporalmente una mella en el despliegue hacia finales de año. Por lo tanto, el crecimiento en el despliegue de estaciones de carga en 2025 puede no ser el mismo 30% que observamos en 2024, pero en general, creemos que el crecimiento es inevitable".
Baterías
Wood Mackenzie espera que el endurecimiento de la desgravación fiscal 30D perjudique la demanda de baterías para vehículos eléctricos, reduzca las instalaciones de renovables y amortigüe la demanda de baterías de almacenamiento de energía. La previsión de base muestra que la demanda anual de baterías para VE y sistemas de almacenamiento de energía (ESS) en EEUU aumentará a más de 500 GWh en 2030, pero un escenario bajista sugiere que podría estar más cerca de los 400 GWh. El papel clave que desempeñarán las baterías en la seguridad energética de EEUU es un riesgo al alza para la demanda bajo la nueva administración.
Materias primas
Estados Unidos depende actualmente de China para la mayoría de sus materias primas para baterías (BRM). La propuesta de imponer un arancel del 60% a las importaciones del mayor productor mundial incrementaría los precios de las celdas de las baterías en un 29% y los cátodos en unos 10.000 dólares por tonelada. Sin duda, esto aumentará los precios de los VE además de la reducción de las subvenciones y ralentizará las ventas, pero el arancel hará que el suministro nacional o de naciones aliadas sea más atractivo.
Trump ha prometido añadir aranceles a las importaciones canadienses y mexicanas antes del 1 de febrero. México tiene pocos BRM, por lo que el comercio con Canadá es el que hay que vigilar.
"Estados Unidos importa alrededor del 50% de su níquel refinado de Canadá", dijo Reid. "En teoría, EEUU podría sustituir las importaciones canadienses, pero la realidad es que la forma del metal es difícil de obtener en otro lugar. Además, el níquel se utiliza mucho en el sector aeroespacial, una industria en la que cambiar de proveedor es un proceso largo. Esperamos que las importaciones continúen a pesar de los aranceles, aumentando los costes en la cadena de suministro".
galan
31/01/2025