De Berlín a Egipto: la cumbre climática que arranca este domingo en la localidad egipcia de Sharm el-Sheij, reunirá un año más a delegaciones de casi todo el mundo en lo que se conoce como la Conferencia de las Partes o COP, el foro internacional al más alto nivel político para buscar soluciones al calentamiento global que azota al mundo.
Desde la primera de estas cumbres en Berlín, en 1995, hasta la número 27, a punto de iniciarse en Egipto, los distintos países han ido perfilando, con tiras y afloja, la compleja hoja de ruta de la descarbonización mundial para una transición energética verde; previamente, fuera del marco de estas COP, hubo ya negociaciones importantes, como los acuerdos de la Convención de Río de Janeiro (Brasil).
Entre las convocatorias más reseñables desde que se convocan estas cumbres, destaca la COP3, en Japón, con la aprobación del Protocolo de Kioto, y la COP21, con la firma del histórico Acuerdo de París, en 2015, en la que se instó a los países a limitar por debajo de 1,5 grados respecto a los niveles preindustriales el aumento de la temperatura media del planeta para evitar daños graves e irreparables.
Cumbres climáticas
Dado que la crisis climática no entiende de fronteras, sino que es global, las COP son foros "multistakeholder", de múltiples actores, con negociaciones multidisciplinares y transversales no solo entre gobernantes, sino a varias bandas, intentando dar voz también a la esfera social, científica y económica a nivel mundial, que reclama mucha más ambición climática.
De hecho, según los datos de los científicos, el calentamiento global por la emisión de gases contaminantes acelerado por la actividad humana, con el desarrollo de la industria o el transporte, entre otros factores, se trata de un fenómeno que está aumentando las sequías prolongadas y la desertización generando pobreza, pero al mismo tiempo lluvias torrenciales junto a inundaciones y otros efectos climáticos dramáticos.
Identificada cada una de estas cumbres climáticas por el orden de convocatoria, la de este año, la COP27, en Sharm el Sheikh, desde este domingo, hasta el 18 de noviembre, sus expectativas de éxito se han visto empañadas ya empañadas con el boicot de varias organizaciones sociales que se ausentarán porque denuncian la falta de derechos humanos en el país africano.
Las claves de una COP son las siguientes:
1. ¿Qué es una COP?
Se conoce como Conferencia de las Partes, o COP, a la cumbre mundial del clima que se reúne cada año -con la excepción de 2020 por la pandemia de la Covid- y que representa al órgano supremo de toma de decisiones de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), a través de los jefes de Estado y de Gobierno -o de sus ministros-, para intentar mitigar la crisis climática.
2. Cronología de las cumbres climáticas más relevantes
La sede anual de las cumbres climáticas es rotatoria. Teniendo en cuenta la alternancia por continentes, esta vez le corresponde a África después de que las dos últimas convocatorias, de forma excepcional, se celebraran en Europa.
Cronológicamente, en la cumbre de Glasgow (Reino Unido), el año pasado, los países acordaron acelerar la transición energética, y previamente, habiéndose cancelado la cumbre de 2020 por la pandemia del coronavirus, la COP25, en 2019, se celebró en Madrid aunque inicialmente la cita iba a celebrarse en el continente americano, en Chile, en donde se canceló en vísperas de iniciarse, por graves conflictos sociales.
El primer país que acogió una de estas cumbres mundiales fue Alemania, en Berlín, en 1995, un año después de la entrada en vigor de los acuerdos de la Convención de Río. Por otra parte, una de las citas más señaladas ha sido la COP3 de 1997, en Japón, donde se aprobó el Protocolo de Kioto, con el compromiso de reducir las emisiones de efecto invernadero (GEI) en los países industrializados, además de sentarse las bases del mercado de derechos de emisiones reales de carbono.
París
También cabe destacar la COP de Bali, en 2007, cuando se estableció una hoja de ruta para un nuevo acuerdo del clima internacional que sustituyera al de Kioto; y en la cita de Copenhague, de 2009, se alcanzó un acuerdo, que aunque no vinculante, logró incluir a cuatro países emergentes (China, India, Brasil y Sudáfrica) y además a Estados Unidos.
Desde entonces se han ido sucediendo cumbres mundiales, pero fue la COP21, en Francia, en 2015, la que consiguió tras 20 años de negociaciones que se aprobara el histórico Acuerdo de París; un tratado que insta a limitar por debajo del 1,5 grados respecto a los niveles preindustriales el aumento de la temperatura media del planeta.
Otro avance relevante ha sido el acuerdo de los Diálogos Facilitadores o "Diálogo de Talanoa" en la COP23 en Bonn, en 2017, para compartir experiencias para alcanzar el Acuerdo de París, y donde además se definió el Plan de Acción de Género para el Cambio Climático que otorga relevancia a las mujeres en la toma de decisiones.
En los últimos años, también cabe destacar por su vinculación con la ciencia, la COP24, en 2018, en Katowice (Polonia), celebrada dos meses después de que el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU publicara un informe con los efectos irreversibles de un aumento de la temperatura global del planeta por encima de 1,5 grados.
3. ¿Quiénes participan en estas cumbres?
A estas conferencias se invita a todas las partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, integrada por 197 -siendo la Unión Europea una parte en su conjunto-, y también asisten empresas, organizaciones internacionales, grupos de interés y asociaciones, con estatuto de observador.
4. ¿Cómo se desarrolla una COP?
La cita congrega a gobiernos de todo el mundo junto con miles de científicos, empresarios, representantes institucionales y organizaciones no gubernamentales; una primera semana es de carácter técnico, y la segunda, durante el "tramo ministerial", son los jefes de Estado y los ministros competentes los que debaten y llegan a acuerdos.
5. ¿Qué nos jugamos en la COP27?
Uno de los grandes retos será la articulación de un mecanismo de pérdidas y daños para compensar económicamente a los países más vulnerables por sus esfuerzos para mitigar el cambio climático mundial del que apenas son responsables por su escasa industrialización.
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