Las grandes empresas españolas suelen tener varias partidas de gastos importantes. La mayor de ellas es la fuerza laboral, los trabajadores. Y normalmente, la segunda mayor partida de gastos es la energía. Con la crisis, muchas de estas compañías han tomado medidas para ser más eficientes y tratar de reducir el gasto y bajar el consumo energético.
Este miércoles se ha presentado el informe del Observatorio de Eficiencia Energética promovido por el Club de Excelencia en Sostenibilidad. Dicho estudio señala que tres de cada cuatro (77%) de las grandes empresas españolas ya realizaban algún tipo de auditoría energética antes de que se aprobara la transposición de la directiva europea.
Además, un 72% de las mismas había contratado firmas externas especializadas para realizar las auditorías.
Esta normativa obliga a las grandes compañías del país a realizar una auditoría energética cada cuatro años con el objetivo de reducir el consumo energético. A pesar de ello, el informe señala que mientras algunas empresas llevan tiempo concienciadas de la necesidad de apostar por la eficiencia energética y se han adelantado a la norma buscando certificaciones de distintos organismos internacionales, otras empresas han acogido con sorpresa la obligatoriedad de los nuevos requisitos.
Eso sí, todavía existen muchas empresas de gran tamaño que no han tomado decisiones para ser más eficientes energéticamente hablando. Y a veces es por culpa de sus propios gestores, pero también se encuentran algunas barreras a la hora de llevar a cabo políticas eficientes.
Entre ellas, las empresas destacan los problemas de financiación (56%) como la principal barrera que se encuentran a la hora de aplicar la normativa. A muchas empresas les gustaría ser más eficientes pero no pueden porque no tienen dinero, y los bancos no han entrado aun en este rol de financiar proyectos de este tipo.
Otras barreras que se encuentran las compañías son los elevados periodos de retorno de la inversión. Algunas empresas son incapaces de mirar a largo plazo, y necesitan obtener resultados a corto o medio plazo, y a veces no los consiguen.
Otra de las barreras es la escasa normativa al respecto de la eficiencia en el sector eléctrico. Una normativa más segura y a largo plazo ayudaría a realizar más inversiones a favor de la eficiencia.
Pero en general, las compañías apuestan por la eficiencia como una oportunidad de inversión y crecimiento. Es por ello que la gran mayoría (95%) lo ven como un elemento que añade valor y competitividad a las empresas.
Otras palancas son la concienciación, la accesibilidad a nuevas tecnologías y la existencia de una legislación favorable, que lo apoya, y también las ayudas públicas. Tal y como contó este diario las ayudas al Plan Pareer Crece para la rehabilitación de edificios se han agotado y no se esperan nuevas ayudas hasta que llegue un nuevo Gobierno.
En la presentación del informe, varias empresas, entre las que se encontraban las eléctricas Endesa e Iberdrola, han explicado sus actividades referenciadas a la eficiencia. Por un lado, las políticas eficientes que llevan a cabo en la propia compañía, o los servicios de eficiencia que venden a sus clientes.
Por ejemplo, Endesa ha señalado que el plan de actuación establecido recoge un escenario de cumplimiento que cubre el 90% del consumo total de las instalaciones afectadas. El número de edificios de la propia compañía (sedes, instalaciones, etc) que posee un sistema de gestión energética alcanza los 22.
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