Las renovables dan el 'sorpasso' a los combustibles fósiles en la UE: generan más electricidad durante el primer semestre gracias a la crisis de la COVID-19
La crisis de la COVID-19 parece haber aumentado la transición energética en Europa. Por primera vez, las renovables han generado más electricidad en la Unión Europea que los combustibles fósiles. Al menos, durante el primer semestre del año. Y todo a que la caída de la demanda ha conseguido desplazar aún más al carbón y al gas en los distintos mix eléctricos europeos.
Un reciente informe de la consultora Ember señala que las energías renovables generaron el 40% de la electricidad de la UE-27 en la primera mitad de 2020, superando por primera vez a los combustibles fósiles (34%). Como resultado, las emisiones de CO2 del sector eléctrico cayeron un 23%.
La generación renovable aumentó un 11% en el primer semestre de 2020, en comparación con el mismo período del año pasado. Esto fue impulsado por el crecimiento de la energía eólica y solar (hasta 11% y 16% respectivamente), con nuevas instalaciones y condiciones favorables durante un comienzo de año templado y ventoso. La energía eólica y solar han tenido cuotas de mercado sin precedentes este año, generando el 21% de la electricidad total de Europa y alcanzando una penetración aún mayor en Dinamarca (64%), Irlanda (49%) y Alemania (42%).
En este caso, la aportación de España ha sido importante ya que ha incrementado la capacidad solar y está batiendo mes a mes sus propios récords de producción con esta tecnología. Mientras que con la eólica también ha aumentado su potencia instalada durante el primer semestre y está manteniendo buenos datos de generación.
Por otra parte, la energía hidroeléctrica generó el 13% de la electricidad de Europa, aumentando en un 12% en comparación con el mismo período del año pasado debido a las condiciones más húmedas en las regiones nórdicas e ibéricas. La bioenergía generó el 6% de la electricidad de Europa en H1-2020, sin embargo, una pequeña fracción de esto (<15%) se genera al quemar biomasa forestal para reemplazar el carbón en las centrales eléctricas, lo que no debe suponerse que ofrece los mismos beneficios climáticos que las energías renovables como eólica y solar.
Fuerte caída del carbón
Si este aumento de las renovables es significante, más destacable es la caída de los combustibles fósiles a la hora de generar electricidad. Este año, la industria de los fósiles recibió un doble golpe, ya que la crisis de COVID-19 vio una caída del 7% en la demanda de electricidad que les dejó aún menos espacio para competir. Esto dio como resultado una caída del 18% en la generación de combustibles fósiles en el primer semestre de 2020, en comparación con el mismo período del año pasado.
La tecnología que se vio más afectada sin duda fue el carbón. Su producción eléctrica cayó un 32%. En el caso de Hard Coal o carbón duro el descenso fue de un 34% y en el caso del lignito cayó un 29% en comparación con el mismo período del año pasado. El carbón generó solo el 12% de la electricidad de la UE-27 en el primer semestre de 2020.
La aportación de España en esta caída del carbón ha sido más que evidente. Según Ember, la producción eléctrica procedente de las centrales térmicas de carbón cayó un 56% antes de que el 30 de junio se apagaran siete plantas debido a los límites de contaminación europeos. En el caso de Portugal, el porcentaje llegó a alcanzar el 95% de caída de producción, con varios días libre de carbón en su mix.
Pero sin duda el gran cambio procede de Alemania. El carbón alemán fue el más afectado con una caída de la producción de 31 TWh. Por primera vez, Alemania produjo menos electricidad a carbón que Polonia. Polonia ahora genera tanta electricidad alimentada con carbón como los 25 países restantes de la UE (excluyendo Alemania), y a diferencia de la mayoría de los otros países, incluida Alemania, Polonia no tiene un plan para eliminar el carbón. Su transición sigue siendo clave para una Europa neutral en carbono.
“Esto marca un momento simbólico en la transición del sector eléctrico de Europa. Para países como Polonia y Chequia que están lidiando con cómo dejar el carbón, ahora hay una salida clara. El nuevo Green Deal europeo proporcionará nuevas inversiones en energía eólica y solar y también una ruta lejos del carbón a través del fondo ampliado de Transición Justa. Esto ayudaría a completar la transición de Europa del carbón a la electricidad limpia", afirma Dave Jones, analista Senior de Ember.
España lidera la caída del gas
En cuanto a gas natural se refiere, España es el país que más ha reducido su producción a través de los ciclos combinados. Según el informe, a pesar de la caída del precio del gas durante la crisis, el poco espacio dejado con la fuerte caída de la demanda también llegó a desplazar a las plantas de gas. En el caso de España, la caída de la producción con ciclos combinados cayó un 20% mientras que en Italia fue del 16%.
Francia, con su particular mix basado en nuclear también se vio afectada por la crisis. La nuclear cayó 1,5 veces más que la demanda de electricidad, lo que se compensó con más generación eólica y mejores condiciones hidroeléctricas. La producción nuclear de EDF se vio afectada porque la escasez de personal significó que algunas plantas tuvieran que cerrar, y las operaciones de mantenimiento tardaron más tiempo en completarse.
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