Eurostat acaba de publicar los datos referidos al precio de la electricidad del primer semestre de 2018, y España vuelve a salir mal parada. Según la Oficina de Estadística de la Unión Europea, los españoles pagamos la cuarta luz más cara de toda Europa. De esta manera, España adelanta a Irlanda y se queda solo por detrás de Dinamarca, Alemania y Bélgica.
Concretamente, un consumidor español entre 2000 y 5.000 kWh anuales, incluyendo todos los impuestos y gravámenes, paga unos 0,2383 €/kWh, una cifra que está por encima de la media de los 28 miembros de la Unión Europea y de la zona euro. En el segundo semestre de 2017, los españoles eran los sextos tras superar a Portugal e Irlanda.
Por su parte, los daneses son los que abonan la luz más cara con 31,26 céntimos kWh, seguido de Alemania con algo menos de 30 céntimos (0,295 euros kWh) y los belgas que pagan 0,2733 euros kWh.
Justo detrás de los españoles se encuentran los irlandeses, con 0,2369 euros kWh y Portugal con 22,46 euros kWh.
Para encontrar el precio medio de toda la Unión hay que bajar hasta los 20,49 céntimos de euros por kWh.
El problema viene cuando al consumidor doméstico le excluyes los impuestos y otros gravámenes. Los españoles pagan la segunda luz más cara de toda la Unión Europea, solo por detrás de Bélgica. Pero claro, la comparación no es la misma, porque mientras en la tarifa española se cuentan los costes del sistema en otros países están metidos como impuestos y por tanto es difícil sostener esa comparación.
En el caso de los consumidores no domésticos, los españoles no salen tan mal parados como hace parecer la gran industria que trabaja en España. Así, para consumos entre 70 y 150 GWh el precio de la luz en España con impuestos y gravámenes incluidos se coloca en noveno lugar, justo por debajo de la media de la Unión Europea.
En este caso, el precio es de 0,088 euros kWh mientras que en países como Alemania es de 0,1235 euros kWh y en Reino Unidos de 0,1491 euros kWh. Se sigue llevando la palma Dinamarca con 0,2424 euros kWh.
Pero claro, en este caso, las comparaciones tampoco son muy efectivas ya que por ejemplo las exenciones u otros pagos a la gran industria no están valorados en algunos de estos países, aun así es significativo el margen.
Si se excluyeran los impuestos, entonces sí se vería a España en quinto lugar solo por detrás de los países que son islas como Reino Unido, Irlanda, Chipre y Malta.
Para las pymes incluso la cosa mejora los datos de la gran industria. Para un consumidor de 0,5-2 GWh anuales, España se sitúa en el puesto 11 con 0,1282 euros kWh.
Si España se compara con la vecina Francia, sale mal parada en todos los precios y perfiles de consumidores.
Se agradece tan aclarador como necesario artículo. Es importante el debate de hasta donde debemos subvencionar a la industria electrointensiva o los despilfarros de la hostelería.
Miguel
22/11/2018
Los países con fuerte generación en hidroeléctrica (Noruega), carbón (Polonia) y nuclear (Francia), son las que más comedidos tienen los precios. En la zona cara destacan los países que han realizado más esfuerzos y fuertes inversiones en renovables (Dinamarca, Alemania, España, Irlanda, Portugal) y después los dependientes del gas.
Sería interesante conocer al detalle las ayudas que recibe la industria electrointensiva en Francia, Alemania y Polonia. Las empresas electrointensivas españolas siempre han dicho que en estos países tienen facturas mucho más baratas que en España.
Lo que no hay duda es que estamos muy por encima de los precios de la electricidad respecto a USA y Asia.
Turbomotor2000
25/11/2018
La energía, un recurso ilimitado, que los intereses creados se encargan de limitar. Sí, poderoso caballero es Don Dinero.
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Dabama
22/11/2018