Los ministros de Energía de los países del Grupo de los Siete (G7) han alcanzado un acuerdo histórico para cerrar todas sus centrales eléctricas a carbón para el año 2035. Este acuerdo representa un paso significativo hacia la transición para abandonar los combustibles fósiles y adoptar fuentes de energía más limpias y sostenibles.
El ministro británico de Seguridad Energética y Cero Neto, Andrew Bowie, ha anunciado el acuerdo en declaraciones a la cadena CBNC, calificándolo de "histórico". Según fuentes diplomáticas, el acuerdo será incluido en el comunicado final del encuentro, que se espera publicar con la conclusión de la reunión ministerial de dos días en Turín.
Así, según el borrador, el grupo llama a “eliminar progresivamente la producción actual de electricidad con carbón en nuestros sistemas energéticos a lo largo de la primera mitad de los años 2030″ o en un plazo compatible con el mantenimiento de un límite de aumento de la temperatura de 1,5 °C.
Según estas mismas fuentes, los ministros de Energía de Italia, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Canadá y Japón habrían estado debatiendo intensamente la cuestión hasta última hora del domingo, antes del inicio de la reunión ministerial.
Emisiones
El acuerdo alcanzado en el seno del G7 refleja las metas establecidas en la cumbre climática COP28 de Naciones Unidas del año pasado, donde se destacó la necesidad de una transición urgente hacia energías más limpias y sostenibles. El carbón, como el combustible fósil más contaminante, ha sido objeto de particular atención en este proceso de transición. Sin embargo, Japón, que en 2023 dependía del carbón para la generación del 32% de su electricidad, era hasta ahora el principal obstáculo para cerrar un compromiso en este sentido.
Los países del G7 representan el 28% de la economía mundial y son responsables del 21% de las emisiones de gases de efecto invernadero, según datos de 2021 del Instituto de Análisis del Clima. El Acuerdo de París de 2015 fijó como objetivo mantener el calentamiento por debajo de 2 °C -si es posible 1,5 °C- respecto a la era preindustrial.
Para poder alcanzar este objetivo de 1,5 °C, los expertos de la ONU calculan que las emisiones deben reducirse casi a la mitad en la década actual.
Esta noticia llega además después de que el gobierno de Joe Biden anunciase el pasado jueves que impondrá a partir de 2032 límites muy estrictos a las emisiones de CO2 de las centrales de carbón que prevean seguir funcionando, una medida destinada a ayudar a Estados Unidos a cumplir sus compromisos climáticos.
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