Mercedes-Benz ELF: el laboratorio móvil que busca revolucionar la carga de los coches eléctricos

Mercedes-Benz está impulsando el futuro de la movilidad eléctrica con su innovador vehículo de carga experimental llamado ELF (Experimental-Lade-Fahrzeug), un laboratorio móvil que integra múltiples tecnologías avanzadas de recarga para redefinir los estándares de la carga eléctrica en vehículos.

ELF no es solo una furgoneta eléctrica basada en la Clase V (prueba), sino un prototipo que combina una experiencia de carga inteligente y sin interrupciones, que incluye carga ultrarrápida, bidireccional, inductiva y conductiva. Este desarrollo responde al compromiso de la marca con la sostenibilidad y la descarbonización, buscando no solo que la conducción sea libre de emisiones, sino que la recarga sea eficiente y cómoda.

Carga ultrarrápida con doble tecnología

El ELF equipa dos sistemas avanzados para la carga rápida: el estándar CCS, común en vehículos eléctricos, y el innovador sistema MCS (Megawatt Charging System), desarrollado inicialmente para camiones eléctricos. Mientras que el CCS se utiliza para probar componentes casi listos para producción en turismos eléctricos, permitiendo hasta 900 kW de potencia de carga (lo que significa cargar 100 kWh en solo 10 minutos) el MCS explora capacidades de cargas en el rango de megavatios para vehículos pesados, superando los 1.000 kW.

Este doble enfoque permite a Mercedes-Benz avanzar en dos frentes: mejorar la tecnología actual para su integración en modelos de producción próximos, y desarrollar soluciones para transportes y flotas de larga distancia con tiempos de parada mínimos. Además, el trabajo en el ELF ha inspirado tecnologías para el Concept AMG GT XX, que en pruebas alcanzó una potencia récord de más de 1.000 kW, acercando la recarga eléctrica a la rapidez de un repostaje convencional.

Carga bidireccional

Una de las grandes apuestas del ELF es la carga bidireccional, que habilita a los vehículos para no solo consumir electricidad, sino también devolverla a hogares, edificios o incluso a la red eléctrica. Mercedes-Benz investiga esta tecnología en dos formas:

• Corriente alterna (CA): facilita la alimentación de dispositivos eléctricos, y el suministro energético a hogares o edificios (V2H y V2B), además de la conmutación con la red pública (V2G). Aunque la infraestructura es asequible, su estándar varía según las redes.
• Corriente continua (CC): permite una transferencia directa y eficiente a la red pública o domiciliaria con wallboxes DC bidireccionales, óptima cuando se combina con sistemas fotovoltaicos y almacenamiento casero.

Esta tecnología abre la puerta a la independencia energética, especialmente cuando se combina con energías renovables y gestión inteligente, lo que puede traducirse en ahorros anuales de hasta 500 euros para usuarios domésticos. Asimismo, en caso de apagones, un vehículo con batería de 70 a 100 kWh puede alimentar un hogar entre dos y cuatro días. Los primeros modelos en integrar esta capacidad de carga bidireccional serán los nuevos Mercedes CLA EQ y GLC EQ, con servicios que se lanzarán en 2026 en Europa.

Carga conductiva

El ELF también experimenta con la carga inductiva, una tecnología sin cables basada en resonancia magnética que transfiere energía al vehículo mediante superficies integradas en el suelo, con potencias de 11 kW de corriente alterna. Esta solución está orientada a hacer la recarga más cómoda y práctica, especialmente para flotas, taxis robot y entornos domésticos, con especial interés en mercados como Asia y Sudáfrica.

Por otro lado, la carga conductiva automatizada usa placas de carga en el suelo que se comunican con el vehículo para iniciar la recarga automáticamente cuando el coche está correctamente estacionado sobre la placa. Esta técnica facilita una conexión rápida, segura y sin intervención manual, minimiza el desgaste y los riesgos eléctricos, y favoreciendo el diseño estético y compacto de las infraestructuras de recarga.

Un laboratorio móvil con visión integral

El desarrollo de ELF involucra un equipo interdisciplinar que apuesta por la innovación y la sostenibilidad en cada detalle, explorando tanto la tecnología de vehículos como la infraestructura de recarga. Con él, Mercedes-Benz no solo prueba la viabilidad técnica, sino que impulsa la integración de estas tecnologías en futuros modelos y en su red de recarga MB. CHARGE, que incluye tarifas verdes y soluciones para hogares conectados.

Además, Mercedes-Benz apuesta por una "cuenta energética virtual" que permita a los usuarios aprovechar la energía solar generada en casa no solo localmente, sino también en estaciones públicas, facilitando el uso flexible de electricidad y la estabilidad de la red. ELF se configura así como un símbolo de la nueva era de la movilidad eléctrica y una muestra clara del compromiso de la marca con un futuro más sostenible y tecnológico.