Uno de las grandes cuestiones relacionadas con el vehículo eléctrico es, sin duda, todo lo que rodea a las baterías que alimentan sus motores. No hablamos ya solo en términos de impacto medioambiental desde su fabricación y extracción de materiales, sino sobre todo en el aspecto clave de su segundo ciclo de vida. Porque la mayoría de fabricantes no hace sino prometer que la degradación de las mismas no se reducirá más allá del 30% en los primeros 10 años e incluso algunos dan garantías cercanas a un millón de kilómetros asegurando que no van a tener menos del 70% de la capacidad.

Cierto es que es una estrategia que están liderando los propios fabricantes de coches cuando, en realidad, esta debería de ser comunicada en la gran mayoría de casos por las compañías que producen esas baterías. Y es pocos son los productores de coches que, además, fabrican baterías (el primero que se nos viene a la mente es BYD, aunque en realidad tomó el camino inverso) pues la gran mayoría recurre a proveedores externos.

Éxito de ventas

Este es el caso de MG. Y es que la otrora marca británica reconvertida en china ha irrumpido con gran fuerza en nuestro mercado. Tanto que en 2023 uno de sus modelos, el ZS, fue el cuarto más demandado de nuestro mercado mientras que el MG 4 fue el único eléctrico capaz de acercarse a los dos Tesla en lo que a ventas de coches eléctricos se refiere. Y es que la electrificación es uno de los pilares centrales de su estrategia comercial para lo cual se ha rodeado de actores de primera línea.

Hablamos por ejemplo de SAIC Motor y CATL, empresas que en 2017 unieron fuerzas para crear una avanzada planta diseñada para producir baterías de la más alta calidad, con una capacidad de producción de 36 GWh. Esta planta abarca todos los procesos de producción de una batería: las células, módulos, sistema de control y gestión, sistemas integrados y el reciclaje. Las baterías producidas por CATL están a la vanguardia de la tecnología, lo que se nota en su carga rápida, una densidad energética ultra elevada, un longevo ciclo de vida, una alta fiabilidad y una gran adaptabilidad medioambiental.

Sin degradación

Tomando esto en valor, MG se muestra convencida de que las baterías que equipa el ZS EV, el SUV compacto cero emisiones, ofrecen una degradación del 0%, asegurando un impresionante nivel de durabilidad y seguridad. Esto ha quedado demostrado, según ellos, en numerosas pruebas, como la realizada a finales del año pasado en un ZS EV. Porque tras cubrir sus primeros 35.000 kilómetros y habiendo sometido a la batería a todo tipo de cargas: ultrarrápidas, rápidas y lentas, el resultado del estricto SOH fue que conservaba el 100% de su capacidad nominal, con todos sus componentes en perfecto estado tras haber sido sometidos a un análisis exhaustivo.

Porque según MG, todas sus baterías están diseñadas para ofrecer hasta 5.000 ciclos de carga, que suponen sobrepasar holgadamente el millón de kilómetros de uso del coche.  En cuanto a la seguridad, presentan “nivel L0”, lo que significa que si se produce una fuga térmica, la combustión no se extenderá desde el paquete de baterías. Además, tienen un índice IP67 de protección frente a la entrada de polvo y agua. La duda que se plantea ahora es saber si esta degradación se mantendrá igual de constante cuando el ZS EV haya superado los 150.000 kilómetros, momento en el que ya no cubriría la garantía general.