La consejera del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), Cristina Narbona, ha defendido los cerca de 20 votos particulares que ha presentado desde 2013 para explicar su rechazo a medidas adoptadas por el Pleno de este organismo, alegando que "se han hecho cambios normativos no orientados a mejorar la seguridad".
Así lo ha declarado a Efe la consejera, nombrada para el cargo a petición del PSOE, tras su comparecencia en la ponencia sobre energía nuclear del Congreso que se celebra a puerta cerrada.
Narbona ha incidido en que su rechazo a las decisiones tomadas por el Pleno del regulador nuclear en los últimos cuatro años "parten de la idea de que los cambios normativos en el CSN deben estar orientados a la mejora de la seguridad y la protección radiológica, cosa que en muchas ocasiones no ha sucedido".
La consejera ha puesto como ejemplo su oposición, hace tan solo seis días, al aval que dio el Pleno al Gobierno para reformar la normativa sobre la renovación de licencia a las nucleares, de manera que éstas puedan retrasar las peticiones hasta dos meses después de que el Gobierno haga público el Plan de Energía y Clima.
Narbona ha defendido que sus "discrepancias" con las decisiones del Pleno "siempre han estado fundamentadas en consultas a especialistas del CSN, que, con sus aportaciones, han permitido que mis votos tengan siempre el máximo rigor técnico y jurídico".
"Mis pronunciamientos en el Pleno no responden en ningún caso a una orientación política e ideológica ni tienen que ver con mi posición antinuclear, como entiendo que tampoco responden los de los consejeros que son pronucleares", ha añadido.
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