El organismo climático de las Naciones Unidas y el gobierno del Reino Unido han decidido que, debido a la crisis de COVID-19, la cumbre climática de 2020 COP26 se pospone hasta 2021. La decisión fue tomada en una reunión virtual de la "oficina" de la ONU a finales del miércoles 1 de abril, a la que asistieron la jefa de la ONU para el clima, Patricia Espinosa, y representantes de los principales bloques regionales de la ONU.
La COP26 se iba a llevar a cabo del 9 al 18 de noviembre en Glasgow, Escocia. Es probable que ahora se lleve a cabo a mediados de 2021, aunque no se ha acordado una fecha. Otras reuniones de la ONU sobre el clima que debían celebrarse en junio de 2020 ahora tendrán lugar en octubre de 2020 en Bonn.
Así lo ha anunciado la UNFCC a través de su cuenta de Twitter:
https://twitter.com/COP26/status/1245443256973963265?s=20
El Reino Unido - que también está previsto que acoja al G7 en 2021 - se ha visto sometido a una creciente presión para tomar una decisión sobre la COP26 en las últimas semanas a medida que la pandemia se intensificaba. Esta semana el gobierno escocés anunció que el SEC Arena - donde se celebrará la COP26 - se convertirá en un hospital de campaña para hacer frente a los casos de COVID-19.
"Posponer la COP26 [tras la decisión paralela de la CDB] es lo correcto, la salud pública y la seguridad deben ser lo primero ahora. La Presidencia del Reino Unido y todos los gobiernos deben aprovechar este tiempo para diseñar planes de recuperación y transición resistentes que consideren el clima, la biodiversidad, el desarrollo y la justicia social de manera integrada. Esta crisis ha demostrado que la cooperación y la solidaridad internacionales son esenciales para proteger el bienestar y la paz mundiales. La COP26 del próximo año debería convertirse en una pieza central de la revitalizada cooperación mundial", asegura Laurence Tubiana, arquitecta del Acuerdo de París y director general de la Fundación Europea del Clima.
Por su parte, Christiana Figueres, jefa de la ONU para el clima 2011-2016 afirma que "la salud pública, la seguridad y el bienestar son primordiales, y debemos hacer todo lo posible para detener la propagación de COVID-19. Si bien es posible que tengamos que posponer nuestras reuniones diplomáticas, no se puede postergar la urgente necesidad de tomar medidas climáticas en 2020. La ciencia nos dice que las emisiones deben alcanzar su punto máximo este año si queremos limitar el calentamiento a 1,5°C, y el Acuerdo de París estableció la cumbre COP26 como el momento en que todos los países aumentarían sus objetivos de acuerdo con la pronunciada disminución de las emisiones que necesitamos ver en esta decisiva próxima década. Si los gobiernos sitúan la salud, la regeneración de la naturaleza y la acción climática en el centro de cada decisión que tomen para recuperarse de esta pandemia, podremos emerger como una sociedad más fuerte y resistente, y asegurarnos de que la COP26 nos encamine hacia un futuro climático más seguro".
La noticia del aplazamiento de la COP26 llega cuando las emisiones de gases de efecto invernadero siguen aumentando hasta niveles peligrosos, con los impactos de los fenómenos meteorológicos extremos relacionados con el clima que se están produciendo en todo el mundo. La semana pasada científicos de Australia informaron de un tercer evento masivo de blanqueo de corales en la Barrera Verde de Coral en cinco años, mientras que otro estudio predijo que la selva amazónica podría entrar en colapso a mediados de siglo.
En el marco del Acuerdo de París, alcanzado en 2015, los gobiernos se comprometieron políticamente a presentar nuevos planes climáticos este año. Este requisito sigue en pie, pero la atención se centra ahora en los paquetes de estímulo billonarios que los gobiernos están preparando para reiniciar sus economías a medida que la pandemia disminuye, y hasta que punto éstos contribuirán a crear un planeta más sano, más limpio y más resistente.
Miguel
05/04/2020