El Parlamento de Portugal ha aprobado la tasa temporal que aplicará en 2022 y 2023 a los beneficios extraordinarios de las empresas de energía y del sector de la distribución.
El documento fue aprobado en votación final con el apoyo del Partido Socialista, que gobierna con mayoría absoluta, el Bloque de Izquierda, el animalista PAN y Livre, según medios locales.
El Partido Social Demócrata (PSD, centroderecha) y el Partido Comunista Portugués (PCP) se han abstenido y han votado en contra el ultraderechista Chega e Iniciativa Liberal.
El Gobierno aprobó en noviembre una propuesta de ley para tasar con un 33 % los beneficios extraordinarios de las empresas de estos dos sectores que registren ganancias al menos un 20 % por encima de la media de los cuatro años anteriores, y ha recibido el visto bueno de los diputados esta semana.
Quedan exentas las pequeñas y medianas empresas cuando no estén integradas en un grupo que facture más de 100 millones de euros.
Galp sobre el impuesto a las energéticas en Portugal
Pese a que el secretario de Estado de Asuntos Fiscales, Nuno Félix, defendió ante el Parlamento que esperan recaudar entre 50 y 100 millones de euros con esta tasa, la petrolera lusa Galp ya ha avanzado que estima en 100 millones de euros el impacto que tendrá solo en sus resultados de 2022.
"De forma preliminar, este nuevo impuesto podría impactar potencialmente a Galp hasta en 100 millones de euros en relación con el ejercicio fiscal 2022", informó la compañía en un comunicado remitido este viernes a la Comisión del Mercado de Valores Mobiliarios (CMVM) lusa.
Asimismo, aclaró que la tasa puede ser aplicable a sus actividades comerciales de refino en Portugal tanto en 2022 como 2023.
La Asociación Portuguesa de Empresas de Distribución (APED) afirmó a finales de noviembre que se prepara para recurrir la norma en los tribunales, ya que puede haber "cuestiones de constitucionalidad y fiscalidad".
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