La petrolera estatal brasileña Petrobras, inmersa en un sonado caso de corrupción, anunció hoy que ha decidido reducir un 37% las inversiones que tenía previstas para el período 2015-2019.
La revisión de esos planes, que consta en un informe enviado a la Bolsa de Sao Paulo, sitúa ahora las inversiones previstas por la empresa en 130.300 millones de dólares, frente a los 220.600 millones que calculaba en sus proyecciones anteriores.
"La cartera de inversiones dará prioridad a los proyectos de exploración y producción de petróleo en Brasil, con énfasis en el presal", dice el comunicado, en alusión a los yacimientos situados en aguas profundas del Atlántico que la empresa descubrió hace casi una década.
En ese sentido, precisa que el área de exploración y producción recibirá inversiones por 108.600 millones de dólares, mientras que el resto se distribuirá en otros sectores en que opera la compañía.
La nota dice que "en las otras áreas de negocios, la inversión se destinará básicamente al mantenimiento de operaciones y proyectos relacionados con la distribución de petróleo y gas natural".
La empresa informó de que se ha fijado la meta de alcanzar una producción de 3,7 millones de barriles diarios para 2020, para cuando calcula que un 50 % de ese total será originado en los yacimientos del presal.
En mayo pasado, la producción de la petrolera brasileña se situó en 2,7 millones de barriles diarios, de los que 2,1 millones se extrajeron de yacimientos nacionales.
Según Petrobras, la meta trazada para 2020 "puede ser alcanzada con una mayor eficiencia en la gestión de los servicios contratados, una racionalización de las estructuras y una reorganización de los negocios".
El comunicado agrega que los cálculos han sido hechos sobre la base de un precio del barril de petróleo Brent, que utiliza como referencia, de 60 dólares para este año y de 70 dólares para el período 2016-2019.
Petrobras está actualmente en la mira de justicia, que investiga desde hace un año y medio una vasta red de corrupción enquistada en la empresa que, según sus propios cálculos, perdió en la última década unos 2.000 millones de dólares por esas prácticas.
Según las autoridades judiciales, empresas privadas, sobre todo del área de la construcción, obtenían contratos amañados con la estatal, inflaban sus precios y las diferencias eran distribuidas luego entre directores de la petrolera y políticos que facilitaban esas corruptelas.
La empresa no aclaró si la revisión del plan de inversiones se debe al impacto de esas irregularidades o a sus proyecciones sobre el futuro del mercado petrolero.
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