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Los precios de la electricidad en Japón se enfrían y seguirán bajando durante dos años más

Promediarán los 64-70 euros por kilovatio hora respaldados por adiciones de capacidad nuclear y renovable en medio de una demanda débil.

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Los precios de la energía en Japón, el tercer mercado energético liberalizado más grande del mundo, se han calmado desde que los precios del gas subieron y una crisis de suministro los hizo dispararse en 2022. BloombergNEF espera que los precios de la energía en Japón sigan bajando, con un promedio de 11-12 yenes por kilovatio-hora (unos 64-70 €/ megavatio-hora) en los próximos dos años, respaldado por adiciones de capacidad nuclear y renovable en medio de una demanda débil. Sin embargo, una combinación de una creciente penetración solar y una demanda variable impulsada por el clima provoca una profundización de las curvas de pato y la volatilidad intradiaria.

BNEF espera que los precios medios mensuales de la energía japonesa alcancen un máximo de alrededor de 15 yenes por kilovatio-hora ( unos 88 € / MWh)en enero de 2025. Se espera que una caída interanual del 11% en 2024 sea seguida por un aumento del 2% en 2025. La dependencia hace que los precios de la energía sean muy sensibles a los mercados mundiales de productos básicos, particularmente para el gas natural licuado (GNL), ya que el gas sigue siendo la tecnología de generación marginal que fija los precios de la energía durante la mayor parte de las horas.

La oferta está superando gradualmente a la demanda. BNEF prevé 16 GW de adiciones de capacidad en los próximos 24 meses, lo que representa un aumento del 7% en la capacidad disponible (teniendo en cuenta cortes e intermitencia). Mientras tanto, una caída en la demanda de energía de carga básica debido a una disminución de la población se ve amortiguada en cierta medida por un aumento en la demanda variable relacionada con la temperatura. BNEF espera una demanda de energía total promedio de 847 teravatios-hora en 2025, o que la demanda en los próximos dos años sea alrededor de un 0,3% menor que en 2023, durante el cual las nuevas fuentes de demanda de electricidad impulsadas por la transición energética tendrán poco impacto.

Las previsiones de BNEF son, en promedio, más bajistas que la curva futura actual, que fija el precio de la energía de carga base con una prima de ¥2/kWh respecto de las previsiones modeladas de BNEF en el este de Japón y de ¥0,2/kWh en el oeste de Japón. Esta brecha podría indicar una prima de riesgo por los retrasos en los tan esperados reinicios nucleares del este de Japón, que siguen siendo una gran incógnita. Un escenario en el que los reinicios de los próximos cinco reactores se retrasen unos meses eleva los precios promedio del sistema en un 1% en el año hasta julio de 2025 e implica unos 20 cargamentos de demanda adicional de GNL para el sector eléctrico del país durante ese período.

Los continuos reinicios nucleares y el desarrollo de energías renovables aportan capacidad de bajo costo marginal al sistema eléctrico de Japón. Esto, a su vez, aumenta las horas en las que el gas sale de la mezcla, aunque se trata de un equilibrio delicado: una caída continua de los precios del gas en medio de la obstinación de los precios del carbón podría impulsar el cambio de combustible al gas.

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