Pocas marcas son capaces de renovar toda su gama de modelos en menos de un año tal y como lo ha hecho MINI y la realidad es que su portfolio de productos tampoco es que fuera extensísimo, la firma inglesa ha hecho un arduo trabajo para renovar por completo sus pilares maestros y, de paso, añadir algún otro como el caso del Aceman que en El Periódico de la Energía ya hemos podido conducir por primera vez.
Un modelo que marca un antes y un después dentro de la marca británica pues no solo se coloca en el punto intermedio entre el Cooper y el Countryman (prueba), sino que es el primero de su historia que ha sido engendrado como vehículo 100% eléctrico, con todo lo que ello supone para un fabricante que busca ser totalmente neutra en carbono para la próxima década y, en España, conseguir que sus coches cero emisiones tengan un peso comercial del 40%, que se dice pronto. Tanto es así que este no será el último lanzamiento que veremos en 2025, sino que en el próximo año vendrán a engrosar la familia MINI tanto el Cooper Cabrio como los Countryman y Aceman John Cooper Works, en el caso de este último con obviamente, una mecánica totalmente eléctrica que no perderá un ápice de emoción.
Lo mejor de los dos
Volviendo al Aceman que nos compete, como te decimos es un coche que se sitúa justo entre medias de los dos pilares maestros de MINI, el Cooper y Contryman. Tanto es así que podríamos incluso decir que a nivel estético fusiona ambos conceptos. Porque por un lado tenemos un coche de tipo crossover, con los paragolpes robustos, los pasos de rueda protegidos y esa sensación de estar ligeramente separado del suelo, pero sin llegar a las cotas del ‘Coutrny’.
Mientras que en el otro lado de la balanza sus dimensiones nos hacen ver que hablamos de un vehículo de corte urbano que llega para cubrir el hueco dejado por el primer Countryman tras el crecimiento posterior de este. Y es que el Aceman tiene una longitud de 4,07 metros, es decir, que se enmarca en el núcleo del segmento B-SUV, pero tirando hacia los escalones más bajos. Cota que acompaña de una anchura de 1,75 metros y de una altura de 1,50 metros. Del diseño poco o nada te vamos a descubrir pues no solo te lo analizamos en su pertinente novedad, sino que además salta a la vista que ofrece el patrón estético de sus hermanos, con elementos como la calandra carenada, los faros delanteros hexagonales (diseño de las luces diurnas LED para los niveles altos), los grupos ópticos posteriores verticales también con tecnología LED y diferentes patrones visuales (entre los que están la bandera de la Unión Jack), pinturas bicolor, 10 juegos de llantas de aleación…
En el interior pasa algo parecido y si estás familiarizado con los últimos productos de la inglesa nada te va a sorprender. Sin embargo, sí queremos volver a mencionar el ambiente minimalista que transmite, con la práctica ausencia de mandos físicos a excepción de los colocados en la parte central destinados al arranque, la caja de cambios y los modos de conducción. Una botonera que queda absorbida visualmente por la pantalla OLED central de 24 cm de diámetro que se convierte en el cerebro de operaciones del coche y que además de ofrecer un manejo rapidísimo e intuitivo, es necesario un periodo de aprendizaje para descubrir todos sus menús y funciones ocultas.
Por calidad, a un servidor le parece que el uso de materiales textiles (reciclados la mayoría) como los que presiden el salpicadero le aporta elegancia y distinción aunque quizá el envejecimiento de los mismos no es tan uniforme como con otros. Por confort, la zona delantera presenta una posición de conducción alta, con asientos cómodos y con varias regulaciones, mientras que la zona trasera sabe aprovechar a la perfección el contenido espacio. No es un derroche de habitabilidad pero sí tenemos más modularidad que en el Cooper, no solo por tener puertas laterales, sino porque dos adultos de estatura media puede meterse sin demasiados problemas (tres ya será casi una quimera).
Un poco más atrás, el maletero cubica unos más que aceptables 300 litros, un volumen normal para un vehículo de estas características aunque el umbral de carga es muy profundo y eso limita un poco el acceso con objetos voluminosos. Si requerimos más espacio basta abatir los respaldos posteriores, en una proporción 60/40, para disponer de 1.005 litros.
A falta del JCW de verdad
Como decíamos al comienzo, este MINI Aceman ha sido desarrollado de inicio como eléctrico y de hecho no habrá otro tipo de motores en la gama. Con todo y a falta de la llegada del John Cooper Works real, hay dos posibilidades de elección. Pero déjame que te matice con lo del ‘JCW real’ porque ahora mismo puedes optar por un nivel de acabado que se llama así, pero que está supeditado al rendimiento de las letras E y SE, es decir, 184 y 218 CV. Por eso, cuando llegue en 2025 el JCW de verdad lo sabrás porque su potencia asciende a los 258 CV y porque el John Cooper Works va colocado antes del término Aceman.
Después de esta aclaración, además de por el comentado rendimiento, las versiones E y SE del Aceman se diferencian igualmente por la capacidad de la batería. En el primero tenemos una de 42,5 kWh, mientras que en el segundo asciende a los 54,2 kWh. Lógicamente las autonomías homologadas difieren pasando de los 310 a los 406 km, respectivamente. Por seguir con el JCW Aceman, decirte que lógicamente está adherido a la batería más grande, que por cierto tiene una capacidad útil de 49,2 kWh, homologando un recorrido máximo de 355 km.
Del mismo modo, la potencia de carga también varía en función del motor, partiendo de los 75 kW en el Aceman E y llegando a los 95 kW del SE y JCW. Ahora bien, dado que tenemos diferentes capacidades, el tiempo mínimo de espera para pasar del 10 al 80% es de 30 minutos, mientras que en corriente alterna ambos admiten 11 kW como máximo.
Conducimos el MINI Aceman SE
En marcha percibimos igualmente una mezcla de sus dos hermanos. Vamos colocados con cierta posición de dominancia aunque no tanto como en el Countryman aunque por sensaciones estamos más cerca del Cooper. Y es que el Aceman es un coche tirando a duro, con una suspensión firme que no hace sino convertir la travesía urbana en algo realmente incómodo porque apenas filtras ni las irregularidades ni los badenes o baches. Del mismo modo sorprende porque el aislamiento acústico no es el esperado y se cuelan muchos de los ruidos aerodinámicos y de rodadura. Además, los más puristas quizá detesten el sonido enlatado y artificial que se cuela por los altavoces al seleccionar cualquiera de las ocho ‘Experiencias de conducción’ (modos) que al mismo tiempo cambian el carácter del coche.
Pero en este punto hay puntos favorables de este Aceman, sobre todo si hablamos del Aceman SE, pues el rendimiento mecánico es más que sobrado para un coche que, además, no excede los 1.800 kilos. El empuje es contundente desde parado gracias a sus 218 CV y 330 Nm (hace el 0 a 100 km/h en 7,1 segundos), pero lo más sorprendente es lo aplomado que se muestra en una carretera de curvas. Aquí se nota el Go Kart Feeling del que tango se vanagloria la marca y que, como decimos, se percibe más en el Cooper que en el Countryman. Desde un guiado de la dirección perfecto hasta unos frenos que responden notablemente, pasando por una falta de balanceo pasmosa y una rapidez para cambiar de rumbo en apoyo muy buena. Lo único malo, de nuevo, el consumo ya que a poco que te dejes llevar verás cómo el gasto sube por encima de los 19 kWh/100 km, mientras que en una conducción sosegada y tranquila es más que factible andar por debajo de los 17 kWh/100 km e incluso ver valores de 16,5 kWh, lejos de los 14,3 que homologa la marca.
En definitiva
De primeras puede parecer que la llegada de este MINI Aceman al porfolio de productos no tendría mucho sentido cuando la realidad es completamente opuesta. Con el Aceman la firma británica no solo abre un nuevo capítulo electrificado en su historia, sino que quiere recuperar a ese cliente que quedó huérfano cuando el Contryman creció y para el que el Cooper 5 puertas se sigue quedando corto. Todo ello además aderezado con esa silueta SUV que tanto vende (los B-SUV son la segunda categoría en matriculaciones).
Quizá en el lado negativo está el hecho de que MINI es una marca de corte Premium y que sus productos, al haber madurado visual y tecnológicamente, son cada vez más capricho. En el caso de este Aceman al ser además un eléctrico, el precio lo condiciona todo, una tarifa que además está supeditada a saber cómo afrontará la marca unos aranceles del 20,7% ya que este coche se fabrica en China. Dicho esto, la gama, compuesta por cuatro acabados (Essential, Classic, Favoured y John Coope Works) arranca en los 37.250 euros del E y parte de los 40.850 euros del SE, mientras que el John Cooper Works Aceman inicia la cuenta en 50.050 euros. Con todo, desde la marca le auguran un éxito comercial alto ya que esperan que cope el 50% de la ventas de todos los eléctricos de la marca en nuestro mercado.
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