Movilidad

Primera prueba del Renault Symbioz E-TECH 2024: la unión hace la fuerza

Combinar las virtudes de un monovolumen y un SUV no sería tarea fácil si no te llamaras Renault. Pero la firma del rombo ya tiene listo el Symbioz que nosotros hemos podido conducir

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Históricamente, la apuesta de Renault por el segmento C ha sido muy importante y hoy, en un momento en el que la firma del rombo está inmersa en una profundísima renovación de su gama, esta categoría es, de nuevo la más presente en su portfolio de productos. De hecho quizá sean hasta multitud pues en menos de 50 centímetros aglutina nada menos que siete coches tras la llegada del protagonista de esta primera toma de contacto: el Symbioz.

Un  modelo,  no obstante, clave en la estrategia de la marca pues sigue la estela de modularidad impuesta hace casi 60 años cuando en 1965 se estrenó en el segmento de los monovolúmenes lanzando al mercado el mítico Renault 16. Una fórmula que evolucionó 2 décadas después con el Espace y que a finales de la década de los 90 terminó de confirmar con el Scenic. Ahora, en plena era SUV, la firma gala combina las virtudes de ambas categorías con este Symbioz que en El Periódico de la Energía hemos podido conducir por primera vez en su presentación internacional.

Un Captur alargado

Salta a la vista que el nuevo Symbioz es un SUV y, además, de tamaño compacto. Con él, Renault llena el hueco existente entre los actuales Captur y Austral (prueba), pues los 4,41 metros de longitud son 17,4 cm más que el primero y 10 cm menos que el segundo. Pero ojo, porque si tuviéramos que aproximarlo a uno de ellos estaría más cerca del propio Captur con el que el Symbioz comparte tanto rasgos estéticos como plataforma, de hecho podríamos definirle como un Captur de carrocería extendida.

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Tanto es así que el frontal no aporta diferencias frente al B-SUV tal y como se observa en las luces diurnas en forma de boomerang o una calandra carenada. No obstante, sí tiene detalles estéticos exclusivos como las llantas de 18 a 19 o una paleta de colores compuesta por siete tonos entre los que destaca el nuevo Azul Mercurio de las imágenes que es de pago y cuesta 700 euros (el único gratuito es Azul Rayo oscuro).

Pero ya que hablamos de elementos diferenciadores nos tenemos que centrar en el voladizo trasero que es el que en realidad aumenta su tamaño para conseguir ser más grande que el Captur y sobre todo para ofrecer un mayor volumen del maletero. Pero antes de entrar en ello tengo que comentarte que estéticamente también varía respecto al Captur ya que el portón tiene un diseño geométrico y robusto, con unas luces que enfatizan la anchura del coche (cifrada en 1,79 metros).

Gana espacio de carga

Pero tener este mayor voladizo trasero también se traduce en tener un volumen de maletero mayor. De esta forma el Symbioz propone 492 litros de inicio que son 70 más que los del Captur y 8 menos que el Austral. Tiene unas proporciones regulares y amplias que nos permiten colocar todos nuestros enseres con facilidad. Pero ojo, porque al igual que ocurre con el B-SUV, las plazas traseras pueden desplazarse longitudinalmente en 15 cm y ello permite que en su posición más adelantada tengamos hasta 624 litros que son casi 100 más que en el Captur.

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Hablando de las plazas traseras ¿cambian algo respecto al Captur? Pues como ves en la imagen, no. De hecho este Symbioz mantiene la misma distancia entre ejes que su hermano, cifrada en 2,68 metros, lo que si bien redunda en un espacio más que correcto, quizá podríamos haber esperado más de un coche que aboga por este concepto familiar. En este sentido también nos hubiera gustado que tuviera tres butacas independientes con tres ISOFIX pero al menos tenemos ese desplazamiento longitudinal de las butacas, algo que siempre se agradece para aumentar la versatilidad.

Además, para dar mayor sensación de amplitud, este Symbioz incorpora el techo panorámico Solarbay que ya se está convirtiendo en un elemento destacado de los nuevos modelos Renault. Elimina la necesidad de una cortinilla gracias a su tecnología AmpliSky, un sistema activo completo que se vuelve opaco por segmentos a voluntad gracias a la tecnología PDLC (Polymer Dispersed Liquid Crystal), basada en el desplazamiento de moléculas provocado por un campo eléctrico. La máxima protección solar es inmediata, y el efecto sorpresa está garantizado por la animación creada al volverse opaco de forma secuencial con un total de nueve segmentos que cubren la superficie del techo de cristal.

El resto tampoco cambia y el puesto de conducción es el mismo visto en el Captur con una calidad más que correcta y una posición de conducción confortable y erguida. La digitalización también está a la orden del día con la pantalla central de 10,4 pulgadas dispuesta verticalmente que integra el sistema openRlink basado en Google integrado, con muchas aplicaciones nativas y un funcionamiento similar al de un smartphone. La digitalización se completa con un cuadro de instrumentos digital de 10,3 pulgadas que nos ofrece de una forma clara toda la información del vehículo.

Sin cambios aparentes

En marcha quizá te preguntes si este Symbioz cambia algo respecto al Captur por ese mayor voladizo trasero o si el consumo es mayor por ser un coche más grande. Pues ni lo uno ni lo otro ya que este crossover familiar responde perfectamente a las necesidades de confort de una familia. Ya sabemos que los modelos basados en la plataforma CMF-B de la marca aportan un punto dinámico elevado y en el caso de este nuevo modelo se completa con una buena calidad de rodadura.

Renault conseguirá eléctricos un 20% más económicos

En este sentido te decimos que es más un coche para viajar con tranquilidad que para ir por una carretera revirada, dicho lo cual tampoco responde mal. Pero es que además el conjunto mecánico que incorpora está enfocado al bajo consumo porque aquí sí, a diferencia del Captur, el Symbioz solo propone un motor: el híbrido autorrecargable de 143 CV que también monta el B-SUV y que luce la etiqueta ECO de la DGT.

Si estás familiarizado con él sabrás que hablamos de un motor de gasolina de 1.6 litros y cuatro cilindros atmosférico que declara 94 CV, combinado con otros dos motores eléctricos de 49 y 20 CV, uno impulsor y otro generador, para dar una potencia conjunta de 145 CV. A ello se suma una batería de 1,2 kWh que permite al vehículo circular en modo eléctrico en determinados momentos, circunstancia que además se puede forzar dando al botón que tenemos en la consola.

Con todo, según Renault, el coche puede funcionar casi el 80% con el motor eléctrico en ciudad y recorrer hasta 1.000 kilómetros con su depósito de 48 litros a razón de gastar 4,6 l/100 km. Un consumo que es relativamente sencillo de conseguir si priorizamos la conducción ECO pero es que incluso yendo en modo Normal puede que no superes los 6 l/100 km en el peor de los casos, tal y como hicimos nosotros durante la prueba. Del resto, no hay variación alguna frente al Captur y el coche se siente aplomado, con una suspensión tirando a confortable pero con una dirección que está excesivamente asistida provocando que el conductor no reciba toda la información demandada.

Respecto al empuje mecánico, no hay peros y los 145 CV totales son más que suficientes para mover los menos de 1.500 kilos que cifra. Porque esta es una de sus grandes virtudes, la ligereza del conjunto que permite tener un coche mucho más eficiente. Por último, En el apartado de ayudas a la conducción, el Symbioz cuenta con hasta 29 asistentes, entre los que destacan el Active Driver Assist, que lo dota de un nivel 2 de conducción autónoma.

En definitiva

Tras probarlo, ahora queda saber cómo responde el mercado. Sabemos que todo lo que ‘huela’ a SUV tiene visos de ser un éxito y que todavía hay clientes que buscan esa modularidad propia de los monovolúmenes. Sin embargo en el caso de Renault podríamos decir que debe andar con pies de plomo, no por el hecho de que el Symbioz no vaya a triunfar frente a otros competidores, pues apenas tiene, sino porque tendrá que bregar contra sus propios hermanos. Porque en menos de medio metro (50 cm para los de letras), la firma del rombo nos propone nada menos que hasta siete productos, de todas las siluetas y sistemas de propulsión posibles.

Si nos vamos ya al entorno de los 4,50 metros hay hasta cuatro coches, entre los que se sitúa este Symbioz que no solo llena ese vacío existente entre los Captur y Austral, sino que busca satisfacer las demandas de espacio de un usuario al que se le puede quedar corto el primero y resultar demasiado caro el segundo. El Symbioz cumple lo que promete y además propone un sistema híbrido ultra eficiente que no hará sino complacer a los conductores más concienciados.

Por último, la duda que nos surge va relacionada con la económica. Porque la gama de este crossover familiar parte de los 32.026 euros para el acabado techno, sube hasta los 33.466 euros para el esprit Alpine y llega a los 34.906 euros del iconic que nosotros hemos probado y que reúne todo el equipamiento que necesitas. Tarifas que si bien le hacen ser 10.987 euros más caro que el ‘desde’ del Captur (con nivel evolution y motor de gasolina de 90 CV), cuando equiparamos acabado (techno) y, lógicamente, mecánica, el sobrecoste es de 3.130 euros, mientras que si lo comparamos con el Austral, microhíbrido eso sí, resulta 2.649 euros más económico. ¿Tiene lógica? Solo el tiempo y el mercado, lo dictaminarán.

Galería de imágenes del Renault Symbioz 2024

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