Qatar ha asentado sus exportaciones de gas natural licuado (GNL) a Europa con la firma este mes de una serie de contratos de largo plazo con varios países en una clara apuesta que reafirma el papel de esta pequeña monarquía del golfo Pérsico como una referencia energética creciente para el Viejo Continente.
Francia (TotalEnergies) y Países Bajos (Shell) han acordado este mes con Qatar Energy, la empresa nacional catarí que gestiona la producción y exportación energética de este país que atesora aproximadamente el 11 % de las reservas de gas natural probadas del mundo, recibir a partir de 2026 y por al menos 27 años, 3,5 millones de toneladas anuales de GNL.
Italia (ENI) también firmó un contrato similar en plazos y fechas, pero por tan solo un millón de toneladas.
Y hace ya un año, se firmó otro contrato para el suministro de dos millones anuales de GNL a Alemania por 15 años con ConocoPhilips, también a partir de 2026.
Este interés europeo por el recurso catarí, que nace de la necesidad europea para despegarse de su dependencia de los hidrocarburos rusos, cuadra perfectamente con la política catarí de contratar a largo plazo sus recursos, tal y como hace con sus socios asiáticos China, Japón e India, entre otros.
Campo Norte
Todo se sustenta en la explotación del Campo Norte, la descomunal reserva de gas que comparte con Irán bajo el golfo Pérsico, que concentra casi el 20 % de las reservas de gas probadas del mundo y que espera incrementar su producción en un 40 % para 2026.
Para el analista económico catarí Abdullah al Jater, esta situación revela una confluencia de motivos y razones cruzados que se refuerzan unos a otros que van desde el hecho de que "Qatar está acostumbrada a firmar contratos a largo plazo con Asia" hasta las necesidades geopolíticas europeas.
"Qatar estuvo presente en el momento en que Europa necesitaba energía. Los proyectos energéticos en general, y la energía limpia en particular, requieren grandes inversiones y, por lo tanto, requieren contratos a largo plazo. Europa estaba en extrema necesidad, ya sea por el sabotaje del Nord Stream 1 y 2 o debido a la carencia de la fuente de uranio, y para asegurar la fuente de energía, debían firmar con Qatar”, explica Al Jater.
El analista apuntó que Qatar comenzó a desarrollar la explotación del Campo Norte antes de la crisis energética desatada por la invasión rusa de Ucrania, si bien ésta ha impulsado que el desarrollo "llegue a niveles más altos".
"Con la creciente demanda de Asia y de Europa, ahora Qatar logró concretar su visión y garantizar inversiones seguras", dijo.
Vendido de antemano
No es de extrañar que gran parte de los contratos europeos de nuevo cuño sea con multinacionales (ConocoPhilips, Shell y TotalEnergies) que de un modo u otro tienen inversiones en el Campo Norte y tienen un gran interés en su explotación.
En este sentido, Al Jater subrayó que la mayor parte de las cantidades que Catar producirá con las ampliaciones en marcha del Campo Norte "han sido vendidas en adelantado".
La expansión del Campo Norte consiste de dos fases, la primera de las cuales comenzará con la ampliación de la parte oriental del campo para elevar la producción de 77 millones de toneladas de gas natural licuado anuales a 110 millones de toneladas en 2026.
En una segunda fase se incrementará la capacidad de producción de 110 millones de toneladas a 126 millones de toneladas de GNL, y entrará en funcionamiento en 2027.
Para Catar, el beneficio de estas operaciones es estratégico: "El país logró asegurar flujos de efectivo a largo plazo, crecimiento de los flujos de efectivo, apoyar el presupuesto y recaudar superávits financieros para apoyar la economía y los fondos soberanos", dijo Al Jater.
Las ganancias netas de QatarEnergy en 2022 llegaron a los 42.472 millones dolares, un 58 % más que el año anterior.
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