Red Eléctrica reclama más y mejores interconexiones con Francia. El operador y transportista del sistema eléctrico español pide un refuerzo adicional de nuevos cables a través de los Pirineos que hagan aumentar la capacidad de interconexión hasta los 8.000 MW con el país galo.
El objetivo no es otro que tratar de integrar la avalancha de nuevas plantas de renovables que se prevén instalar en España en los próximos años y que sin nuevas interconexiones serían prácticamente imposible de integrar.
En la actualidad, la interconexión eléctrica con Francia posee cuatro cables para un total de 2.800 MW de capacidad. A día de hoy, España ya cuenta con el visto bueno de la interconexión del Golfo de Vizcaya, un cable submarino, que aumentará la capacidad hasta los 5.000 MW, "pero no será suficiente".
Según Red Eléctrica, es necesaria la construcción de dos nuevos cables, además del submarino, para alcanzar la cifra de los 8.000 MW. Entre sus planes estaría poder instalar dos cables nuevos, de unos 1.500 MW cada uno en la zona pirenaica de Aragón.
Para el transportista del sistema eléctrico español, alcanzar esa cifra de los 8 GW sería la idónea, porque de esa manera se cumpliría lo planificado en el PNIEC 2030 amén de dar salida a las renovables que van a instalarse por todo el territorio y que se contarán por decenas de gigavatios.
Fuertes inversiones
Llevar a cabo estas interconexiones requieren unas inversiones altas de unos 3.100 millones de euros aproximadamente. El cable submarino del Golfo de Vizcaya necesita 1.750 millones, la mitad a cargo de cada país. A esta cantidad hay que restar la subvención europea de 578 millones. Pero esta ayuda no ha sido repartida equitativamente. España solo ha percibido el 40% por lo que tendrá que pagar unos 644 millones de euros al percibir solo una ayuda de 231 millones.
A esto habría que sumar las inversiones en los futuros cables por los Pirineos aragoneses, dos infraestructuras que todavía no están diseñadas, pero que podrían tener un coste de unos 1.400 millones de euros. Estas instalaciones podrían ser parecidas a la interconexión por Cataluña de Santa Llogaia (Girona) y Baixàs (Francia), un cable subterráneo que costó unos 700 millones para 1.400 MW de capacidad. En este caso, España hizo frente a unos 270 millones. Una cifra parecida a la que tendría que hacer para cada uno de los futuros cables por Aragón en el caso de que se hicieran igual que en Santa Llogaia.
Abaratamiento de la factura
Además de poder integrar las renovables, las interconexiones eléctricas se realizan para la creación de un futuro mercado interior de la energía en la UE. Estas instalaciones son flexibles y aumentan la seguridad de suministro en los sistemas eléctricos. Pero, según REE, favorece a la larga a los consumidores al proporcionar una serie de ahorros en la factura de la luz.
Según datos de REE, solo la interconexión catalana con Francia ha generado 528 millones de euros de ahorro al sistema eléctrico durante los cuatro años que lleva funcionando. De esta cantidad, 422 millones corresponden a ahorros en los precios del mercado diario de electricidad, ya que compramos energía más barata, sobre todo nuclear, a los franceses. El resto se ha obtenido a través de ingresos adicionales por rentas de congestión.
Haciendo unas pequeñas cuentas sale aproximadamente unos tres euros al año a cada uno de los 40 millones de españoles.
Esta reclamación por parte de Red Eléctrica de nuevas inversiones se produce en un momento en el que se está jugando el diseño del futuro del sector eléctrico español. Por un lado, la CNMC y el Gobierno tienen que dirimir qué hacer con las circulares que entre otras cosas, decidirá la retribución al transportista del sistema, y por otro lado está en juego la nueva Planificación Energética 2021-2030 en la que ya trabajan tanto REE como el Gobierno.
Dabama
17/10/2019