El regulador nuclear de Japón ha anunciado que levanta el veto que mantenía por motivos de seguridad sobre la central de Kashiwazaki-Kariwa, considerada la mayor del mundo por capacidad, lo que allana el camino para su eventual reactivación.
La autoridad nuclear nipona (NRA) decidió este miércoles retirar la prohibición de facto que se aplicaba sobre las operaciones de esta planta ubicada en Niigata (noroeste de Tokio) desde hace dos años, por considerar que sus medidas de prevención de ataques terroristas no eran suficientes.
El regulador nipón ha concluido ahora que la operadora de la planta, Tokyo Electric Power Company (TEPCO), ha mejorado su preparación en este sentido y tras llevar a cabo más de 4.000 horas de inspecciones a sus instalaciones.
La central nuclear de Japón
Con una capacidad de unos 8.212 megavatios (MW) que la sitúa como la mayor del mundo, Kashiwazaki-Kariwa permanece inoperativa desde el apagón nuclear ordenado por las autoridades niponas tras el desastre atómico de Fukushima de marzo de 2011, que llevó a revisar los protocolos de seguridad de todas las plantas del país.
El Gobierno nipón, TEPCO y otras compañías energéticas japonesas han apostado por la reactivación de todas las centrales nucleares nacionales que cumplan con el nuevo marco de seguridad, aunque en muchos casos la reapertura de plantas ha contado con el rechazo de la población local o con otros obstáculos regulatorios y jurídicos.
Por su capacidad, la planta de Kashiwazaki-Kariwa es una pieza clave en el plan nacional de suministro energético de TEPCO, aunque para su reactivación sería necesario contar con el visto bueno de los ciudadanos de áreas próximas a sus instalaciones.
Japón cuenta actualmente con un total de 27 reactores nucleares apagados de forma permanente, otros 21 desactivados de forma temporal (entre ellos los 7 de Kashiwazaki-Kariwa), y otros 12 operativos.
Miguel
28/12/2023