Uno de los mayores atractivos de los coches eléctricos de lujo de Tesla Motors es que pueden ser recargados de forma completamente gratuita en la red de "supercargadores" o electrolineras que la firma de Elon Musk tiene dispersos por medio mundo. Los afortunados propietarios de su Model S o del Model X pueden enchufar sus lujosos vehículos sin hacer ningún desembolso. Pero esto va a cambiar con la llegada del Model 3.
El nuevo coche de Tesla va dirigido al gran público, ya que el precio del modelo básico es de 35.000 dólares. Un precio mucho más asequible y que le ha permitido a la compañía de Musk ingresar centenares de millones de dólares en concepto de reservas, y eso mucho antes de que salga el primer Model 3 de fábrica. Un éxito, sin duda, pero que plantea problemas de costes.
"Ofrecer gratis los supercargadores tiene un coste, y la respuesta lógica es desagregar ese coste del Model 3", explicó el consejero delegado Elon Musk en la junta de accionistas, quien señaló que "conducir un Model 3 será más barato que uno de gasolina, pero dejará de ser gratis para larga distancia a menos que compres el paquete" que da acceso a los supercargadores.
Musk no ha dado más detalles de lo que costará ese paquete, que los propietarios del Model S y el Model X disfrutan gratis, y que permite recargar el coche en 632 puntos en decenas de países de medio mundo. En apenas 30 minutos, las baterías de los coches quedan listas para recorrer cerca de 300 kilómetros más.
Pese a esta facilidad, destinada a reducir la ansiedad de los compradores ante la posibilidad de quedarse sin energía, Musk asegura que su negocio son los coches, no los cargadores: "Lo mejor que puedes hacer es recargar tu coche en el mismo sitio que en donde cargas el teléfono: en casa y en el trabajo".
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