El Observatorio Cetelem ha realizado, un año más, su estudio de intención de compra y en esta edición hay un tipo de coche electrificado que domina sobre el resto
Tras casi tres años de matriculaciones a la baja parece que en este 2023 las cifras se recuperarán ligeramente aunque aún lejos de los valores pre-pandemia. Así lo parece a tenor de las ventas de coches nuevos acontecidas durante el primer trimestre de este año donde el peso de los vehículos eléctricos sigue siendo escaso, sobre todo en comparación con otros mercados vecinos. Sin embargo, ¿cuál es la intención de compra de los usuarios españoles? Una pregunta que se ha encargado de responder, otro año más y ya van 26 ediciones, el Observatorio Cetelem, el cual se ha convertido en un referente del análisis del consumo y la distribución en España.
Bajo una muestra realizada a 2.200 conductores, el Observatorio ha llegado a varias e interesantes conclusiones siendo la más representativa la que asegura que el 44% de los encuestados estarían valorando en adquirir un coche híbrido en los próximos 12 meses en cualquiera de sus vertientes actuales: microhíbrido, híbrido autorrecargable e híbrido enchufable. Ello implica una subida de 4 puntos porcentuales respecto al estudio del año anterior. Un cambio de tendencia importante pues en la actualidad sigue existiendo una amplia mayoría de automóviles diésel (47%) frente al 8% de los híbridos. Un dato que se debe a que la mayoría de usuarios tiene un coche de más de 10 años (el 29%) o de entre 5 o 10 años (27%).
Ahora bien, a la hora de tener que comprar un híbrido, el 38% optaría por la hibridación enchufable, seguido de los híbridos autorrecargables con un 28% de intención y de lo que ellos llaman semihíbridos (el motor eléctrico aporta fuerza al motor convencional y recupera más energía en baterías de mayor capacidad), con un 25%. En lo que a inversión se refiere, los españoles estarían dispuestos a gastarse hasta una media de 27.530 euros en dicha adquisición, un 5% más frente a 2022.
Los eléctricos, estancados
Una subida que se debe, entre otros, a la llegada de las Zonas de Bajas Emisiones y sobre todo a la incertidumbre que reina actualmente con los modelos 100% eléctricos. No obstante, la intención de compra respecto a los modelos cero emisiones se mantiene frente al 2022 con un 15% de los preguntados. La mitad de los encuestados conoce que existen incentivos para su compra mientras que el presupuesto destinado sería de unos 28.600 euros, un valor en el que ya se mueven muchos modelos, más aun sumando el Plan MOVES III.
Sin embargo, la percepción de que el coche eléctrico es el futuro ha descendido en 13 puntos frente al año anterior y es que entre los motivos que por los que los usuarios no comprarían un coche eléctrico están el elevado precio (66%), una autonomía insuficiente (57%) y la ausencia de un punto de carga propio o de una infraestructura suficiente (40%). Ahora bien, si tuviesen que comprar un vehículo de este estilo la autonomía que más satisface a los usuarios es la que se sitúa entre 300 y 399 km, con el 26%, seguido de más de 500 km que lo demandaría el 21%. Curiosamente, los vehículos enfocados para entornos urbanos, es decir, con rangos más cortos parece que no interesan pues los de menos de 100 km solo los valoraría el 5% y de entre 101 y 199 km, el 12%.
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