Tras su desarrollo inicial, el Stella Terra ha conseguido superar las expectativas del equipo y demostrar que es una perfecta solución para aquellas zonas en las que la infraestructura de carga no puede llegar
De manera progresiva el coche eléctrico va ganando adeptos y, sobre todo, incrementando la nómina de matriculaciones. Sin embargo todavía hay países que poseen una infraestructura de carga inadecuada para conseguir satisfacer la demanda de movilidad de esos usuarios que se han decidido a dar el paso a la electromovilidad. España es un claro ejemplo de ello pese a que en lo que llevamos de año los puntos de alta velocidad (aquellos superiores a los 50 kW) se han multiplicado hasta alcanzar ya las 2.000 unidades.
Ahora bien, si como ya ocurrió en el pasado, el ser humano levantará la vista y mirase al cielo vería que se puede sacar mucho potencial del astro rey: el Sol. Más cuando un territorio como el español está bañado por sus rayos en más del 60% del año. Una solución que podría eliminar esta barrera de la infraestructura sería la implantación de vehículos que se aprovechasen de esta energía pero como ya se ha visto recientemente empresas como Sono Motors y Atlas Technologies han tenido que aparcar su sueño de comercializar un vehículo solar. Algo que ahora podría volver a cambiar con el modelo que aquí te traemos.
1.000 km por el desierto
Apunta el nombre: Stella Terra y, sí, aunque suene a secuela del film de Christopher Nolan (Interesterllar para los más despistados), en realidad se trata de un prototipo desarrollad por los estudiantes de la Universidad Tecnológica de Enindhoven (Países Bajos) y que está homologado para circular de manera legal por carretera abierta. Tanto es así que el coche acaba de conseguir cubrir nada menos que 1.000 km.
Lo ha hecho aprovechando el abundante sol que hay en el norte de África, concretamente en la costa este de Marruecos, logrando cubrir dicha cifra sin tener que parar a recargar, confiando únicamente en la energía suministrada por el astro rey y que era recibida por unos paneles solares extremadamente eficientes y livianos y que se le suministraba a las pequeñas baterías instaladas. Una combinación que no solo permite desarrollar celdas más reducidas en dimensiones o abaratar los costes, sino lograr que el coche eléctrico pueda ser una realidad en aquellas zonas donde la infraestructura de carga es difícil de instalar.
Punto de partida Así lo demostraron con el recorrido planteado para este Stella Terra, el cual discurrió por la zona más montañosa hasta desembocar en el desierto del Sahara. De hecho, el test realizado superó incluso las expectativas del equipo de estudiantes pues sus primeras previsiones no hacían posible que recorriese más de 630 km (una cifra ya muy superior a la de algunos eléctricos puros). Pero con el paso de los días y sobre todo coincidiendo con los días más soleados, el Stella Terra demostró tener un rango hasta de 710 km en carretera y de 550 km en zonas no asfaltadas. No solo eso, sino que incluso en los días con menos sol, pudo llegar a cubrir 670 km.
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