Sudán del Sur, cuyos ingresos dependen casi exclusivamente de la exportación de petróleo, busca alternativas para vender su 'oro negro' a través de países como Yibuti y evitar así la, de momento, única ruta de exportación que pasa por Sudán, pese a las presiones de este país para que continúe usando el oleoducto, aunque éste haya sufrido daños y cortes durante la guerra en el país vecino.
Las autoridades de Yuba llevan tiempo denunciando presiones de Jartum para que no diversifique sus opciones después de que el país más joven de África firmara recientemente un acuerdo con la empresa China Petroleum Corporation para construir un nuevo oleoducto que conecte con Yibuti, desde donde se exportaría por mar este preciado recurso, esencial para las arcas sursudanesas.
Hasta ahora, la única forma que Sudán del Sur tenía para exportar crudo era a través de un oleoducto que desemboca en el estado sudanés de Port Sudán, a orillas del mar Rojo, pero cuyo bombeo se ha detenido a consecuencia de los daños en la infraestructura causados por la guerra civil que asola Sudán desde abril de 2023.
El petróleo para Sudán del Sur
Desde Yuba, el Gobierno ha denunciado una serie de presiones e incluso "chantaje" por parte de Jartum, que busca recabar todo apoyo posible en su lucha contra el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), al que el Ejército sudanés acusa de haber destruido el oleoducto.
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