Toshiba e Iwatani hacen demostraciones de la cadena ‘power-to-gas’ en Japón

La japonesa Toshiba Energy System & Solutions Corporation (Toshiba ESS) ha anunciado que Toshiba e Iwatani Corporation han comenzado un gran proyecto de demostración de cómo transformar la energía eléctrica que no se consume en gas sintético en Japón. A pesar de la baja eficiencia y los altos precios, muchas compañías investigan el hidrógeno. En esta demostración, las instalaciones son impulsadas por pilas de combustible de Toshiba, que reciben hidrógeno de una instalación de generación hidroeléctrica de hidrógeno adyacente.

Toshiba ESS construyó una planta hidroeléctrica de 200 kW en la presa Shoro en Shiranuka, cerca de la costa pacífica de Hokkaido. La planta se utiliza para alimentar una instalación de electrólisis de hidrógeno, con una capacidad de 35 m³ de hidrógeno a la hora. El gas es luego transportado por Iwatani a los sistemas de almacenamiento de hidrógeno de Toshiba ESS ubicados en granjas lecheras, una piscina cubierta y un centro de bienestar y salud cerca de la instalación de generación de hidrógeno. Además, una porción del hidrógeno será entregada al campo de pruebas Shibetsu de Toyota para vehículos con pilas de combustible (ver gráfico).

Toshiba ESS cita los abundantes recursos de energía renovable de Hokkaido, incluidos los eólicos, hidroeléctricos y fotovoltaicos. La cadena de suministro de hidrógeno podría funcionar con energía fotovoltaica en lugar de energía hidroeléctrica.

Con el aumento de las instalaciones de energía renovable, el almacenamiento de energía y, por lo tanto, la energía para el gas, se han convertido en un tema candente para todos los involucrados en el sector. El hidrógeno, sin embargo, ha tenido problemas para competir con las baterías de ion-litio, ya que su eficiencia para la conversión de energía ha sido muy baja. La pérdida inicial durante la electrólisis es de alrededor del 30%, con un 5-10% adicional que se pierde durante el transporte como resultado del enfriamiento y la compresión del gas. Otra mitad de la energía potencial se disipa en calor, en lugar de electricidad durante su conversión final en la pila de combustible.

Esto, unido a que los costos promedio de producción de hidrógeno alcanzaron los 0,10 € / kWh hizo que la tecnología no fuera competitiva con el almacenamiento en baterías de ion-litio. Pero todavía hay una serie de empresas que se aferran a la idea y continúan la investigación. La Institución de Ingenieros Mecánicos recientemente instó al gobierno del Reino Unido a expandir sus esfuerzos para promover la conversión de energía a gas, ya que creen que podría ser una alternativa viable a los combustibles fósiles, ya que aunque no es competitiva en  almacenamiento y vehículos eléctricos, puede encontrar aplicaciones en buques y trenes más grandes.