El centro de investigación Economics for Energy acaba de presentar [su último informe](file:///C:/Users/demo/Downloads/Resumen_ejecutivo_2014.pdf) en el que propone una revisión de los indicadores utilizados para medir la pobreza energética en España y las medidas públicas aplicadas para atajarla. El resultado del informe es bien distinto al que se da a conocer por la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA). Según Economics for Energy, la pobreza energética alcanza a uno de cada diez hogares. La tasa media en España se reduce a la mitad, al 9%, desde el 18% que apunta la metodología utilizada por ACA.
El director de Economics for Energy y vicerrector de Investigación e Internacionalización en la Univerdidad Pontificia de Comillas, Pedro Linares, asegura que este informe "no quiere ir contra nadie, hemos hablado con ACA y pretendemos analizar cuál es la situación real de pobreza energética en España".
El indicador más común en Europa, el denominado umbral del 10%, solo considera que un hogar se encuentra en pobreza energética cuando sus gastos de energía superan el 10% del total de sus ingresos. "Se dan casos de familias situadas en los segmentos más altos de renta que por un consumo excesivo de energía pueden aparecer como pobres energéticos", señala Linares.
Es por ello que el centro de investigación ha optado por tener en cuenta el estándar mínimo de ingresos (MIS en sus siglas en inglés) y que refleja de una manera más adecuada la realidad de la pobreza energética. Este concepto se define como la renta precisa para disponer de las oportunidades necesarias para participar en la sociedad, es decir, para no estar en situación de exclusión social.
Con base al MIS, el 9,88% de los hogares españoles se encontraría en situación de pobreza energética, lo que se traduce en 1,8 millones de familias. Haciendo cálculos, más de seis millones de españoles sufrirían esta triste realidad.
Además, en los últimos seis años la evolución de la tasa de pobreza energética en España se ha triplicado, del 3,60% al 9,88%. Esto significa que la crisis económica ha acuciado esta situación en los hogares españoles en los últimos años. Cuanto más pobre, más posibilidades de sufrir pobreza energética. "El problema fundamental es de pobreza, es la principal causa, y luego hay otras como la falta de eficiencia o los altos costes energéticos que también ayudan", señala Linares.
El sur, más afectado
En cuanto a comunidades autónomas, las regiones que más sufren pobreza energéticas son las sureñas: Melilla (23,4%), Ceuta (16,58%), Canarias (15,09%), Andalucía (15,05%) y Murcia (14,59%). En el lado contrario encontramos comunidades como País Vasco (4,93%), Castilla y León (5,77%), La Rioja (6,18%) y Galicia (6,22%).
Castilla La Mancha es la región donde más probabilidad hay de ser pobre energético. En esta región, la tasa de pobreza energética es cinco puntos mayor que la tasa de pobreza en general. "No nos explicamos cómo se puede dar esta situación, a lo mejor hay un gran problema de eficiencia", explica Linares.
El perfil del pobre energético según este estudio sería de la siguiente forma: familias con hijos (sobre todo familias numerosas), de ingresos bajos, viviendo en régimen de alquiler y con su sustentador principal en situación de paro o inestabilidad laboral.
Cheque energético
Los investigadores de Economics for Energy también han analizado las medidas aplicadas para atajarla. En España solo está el denominado bono social, con el que una serie de grupos de afectados (parados, familias numerosas, pensionistas con cuantía mínima, tener menos de 3 kW de potencia contratada) se benefician de un ahorro en la tarifa del 25%.
Según Pedro Linares, "el bono social de ahora tiene muchos problemas". Por ejemplo, está limitado solo al consumo de energía eléctrica. Una segunda deficiencia es que los sectores de población actualmente protegidos por el bono social no son necesariamente los consumidores vulnerables. "Además, con el bono social se está incentivando el consumo porque se le está diciendo al usuario que pagará menos por la electricidad", explica Linares.
Como alternativa, Economics for Energy cree que para poder erradicar la pobreza en general y la energética en particular, hay que mejorar las actuales políticas públicas y apuesta por una subvención. "Es una transferencia a tanto alzada de cuantía fija, como una especia de cheque energético, restringida a hogares vulnerables y que se utilice únicamente para pagar facturas de energía".
A diferencia del bono social, "proponemos que todo ello se financie a través de los presupuestos públicos en lugar de a cargo del sistema eléctrico como ocurre actualmente con el bono social".
La partida presupuestaria máxima que se destinaría contra la pobreza energética sería de unos 1.900 millones de euros, si se tiene en cuenta que el gasto energético de los hogares en situación de pobreza energética es de 1.039 euros anuales, y existen 1,8 millones de hogares bajo esta situación.
Esta cifra representa solo un 2,5% del total del gasto en productos energéticos que asciende a 74.000 millones.
auzoelkartea
07/06/2015