Larga vida al coche eléctrico, casi la misma que uno de combustión

Hay coches que duran toda la vida y otros cuya vida se alarga hasta límites insospechados. Nótese que aunque parezca lo mismo, ambos conceptos son bien distintos, y si no que se lo digan a los más de 15 millones de coches que siguen circulando por nuestro país con una edad superior a los 15 años. Algunos de ellos están perfectamente cuidados e incluso consiguen recibir el apelativo de históricos aunque la realidad más certera es que muchos de ellos tienen esa dilatada edad porque sus usuarios no tienen medios económicos para cambiarlos.

Sea como fuere, la realidad es que en esta ecuación no había espacio para los vehículos eléctricos. La razón era bien sencilla, la electrificación masiva de los modelos acaba de cumplir sus primeros 20 años, por lo que todavía era pronto para valorar si podíamos referirnos a ellos como compañeros eternos. Si bien a su favor está el hecho de que son coches que necesitan un menor mantenimiento, la duda surgía a la hora de analizar la capacidad de batería restante, ya que un servidor ha visto publicaciones de segunda mano en la que se venden coches eléctricos de hace casi tres lustros con una autonomía total de 40 kilómetros.

Evolución natural

Anécdotas al margen, un reciente estudio publicado en la revista Nature Energy elaborado por la Universidad de Birmingham y la London School of Economics (LSE) ha concluido que los eléctricos pueden durar tanto como los modelos de combustión e incluso ser más fiables. Para ello han analizado una muestra de 30 millones de vehículos con más de 300 millones de registros datados entre 2005 y 2022 a partir de las revisiones de la Inspección Técnica de Vehículos de Gran Bretaña. Unos registros que están lo suficientemente detallados como poder concluir cuándo terminó la vida útil de un automóvil y qué tipo de motor utilizaba cada uno.

Con todo, del estudio se desprende que si bien los primeros vehículos eléctricos tenían serias dificultades para ser igual de duraderos y fiables que los de combustión, hoy por hoy  ya se han posicionado de una manera pareja. De hecho, en el análisis se asegura que su evolución ha sido tal que en un futuro cercano se espera que incluso lleguen a durar más. La fiabilidad juega, lógicamente, un papel importantísimo hasta el punto de ser la variable que mejora más con el paso del tiempo. En concreto, por cada año que avanza la electrificación en el sector la probabilidad de que sufra una avería se reduce en un 12%, frente al 6,7% de un bloque de gasolina y un 1,9% de los diésel. En resumidas cuentas, si estás pensando en adquirir un coche eléctrico, la probabilidad de que no sufras averías son mayores si optas por cualquier modelo de nueva factura que aparece en el mercado, provocando además que los problemas de las primeras unidades parezcan cosa del pleistoceno.

Además y como confirma Robert Elliott, profesor de Economía en la Universidad de Birmingham y coautor del estudio “los vehículos eléctricos ofrecen importantes ventajas medioambientales, especialmente a medida que Europa pasa a una combinación energética más renovable. A pesar de que las emisiones en su fase de producción son casi idénticas a las de un motor de combustión, la huella de carbono se compensará más rápidamente cuanto más viva ese vehículo, contribuyendo así a la lucha contra el cambio climático y convirtiéndoles en la opción más sostenible a largo plazo”.

¿Cuánto pueden durar?

Para cuantificar el progreso, los diversos investigadores proporcionaron algunas cifras concretas. Un vehículo eléctrico moderno tiene en la actualidad una vida útil media de 18,4 años y puede recorrer 200.000 kilómetros antes de dejar de funcionar… si es que lo hace. Un kilometraje Este que no solo iguala, sino que supera la media de los coches de gasolina que circulan en la actualidad. En cuanto a la vida útil de un motor de gasolina, la media que destaca el estudio es ligeramente superior, de 18,7 años (es decir, tres meses más) con algo más de 300.000 kilómetros por recorrer, mientras que los bloques diésel parece que tienen una vida útil más corta, de 16,3 años, pero lo compensan con un kilometraje mayor, de 410.000 km.

Por supuesto, estamos hablando de promedios y estos valores pueden cambiar mucho en función, sobre todo, de los cuidados y del uso que se le dé ya que hay muchos casos de coches de combustión que siguen circulando con más de un millón de kilómetros e incluso se ha dado la situación de algún modelo 100% eléctrico. La problemática surge a la hora de saber qué ocurrirá en el futuro cercano ya que todavía es una incógnita cómo se comportarán los modelos dentro de otros 20 o 30 años. A ello se suma los elevados costes en caso de sustitución de las baterías, grandes causantes de que no compense el comprar un vehículo cero emisiones. En cualquier caso, es interesante ver que los vehículos eléctricos están progresando de manera tan rápida y cómo se pueden colocar ya a la par de una mecánica de combustión.