Desde hace 46 años el máximo exponente del lujo dentro de BMW está representado por la Serie 7. En 1977 la firma bávara lanzó su primera generación, para proponer un nuevo paradigma en las berlinas de lujo, el mismo que se ha ido incrementando con el paso de los años. Hasta llegar al momento actual en el que mercados otrora emergentes y ahora consolidados como el Chino así como otros completamente asentados como el norteamericano demandan nuevas soluciones de movilidad, ya sea en sistemas de propulsión como en elementos de lujo y confort.

BMW ha sabido escucharlos añadiendo un componente importante de electrificación así es como ya cuenta en su portfolio con el i7 que en El Periódico de la Energía podemos asegurar que el coche más avanzado he podido conducir nunca, amén de ser, lógicamente, la versión 100% cero emisiones de la marca que ha sido la primera en estrenar esta séptima entrega y que ya mismo vamos a conocer.

Exuberante

Que no te confunda su nombre, aunque el BMW i7 se trate de la versión eléctrica, es tan lujosa como el resto de versiones de combustión y electrificadas que irán apareciendo en los meses venideros, sino más. Una de las peculiaridades de esta entrega es que ya no habrá distinción de carrocerías y los 5,39 metros de largo, 13 cm más que antes, son únicos y comunes para todos los países con el objetivo de contentar a los clientes más opulentos principalmente de china. Esta cota se completa con una anchura de 1,95 metros y una altura de 1,54 metros que también supone un crecimiento de 5 y 7 cm, respectivamente frente a su predecesor.

Es por tanto uno de los coches más grandes de su categoría, sensación que no hace sino engrandecer con elementos como la gigantesca parrilla cuyo tamaño sigue en la línea del resto de modelos asemejándose en este caso a la del X7. Al ser un coche eléctrico está completamente carenada lo que ayuda además a ocultar los innumerables sensores destinados a la seguridad capaces de dotarle de un nivel de conducción semiautónomo 3. Como detalle llamativo, el marco de la misma está retroiluminado, aportándole una mayor presencia al circular de noche.

Junto a esta parrilla tenemos unos faros segmentados en dos niveles con el superior para las de conducción diurna y el inferior para las principales. Entre sus características más destacadas están por un lado la posibilidad de insertar cristales de Swarovski, como los que estás viendo en esta unidad, como de disponer de la más avanzada tecnología LED adaptativa y matricial. Sin salir de la iluminación, la zaga también cuenta con estilizados pilotos LED que enfatizan esa anchura así como un gran portón que da lugar a los 500 litros de maletero.

Las llantas puede ser hasta de 21 pulgadas y los tiradores están enrasados para mejorar la aerodinámica. Pero esta nueva generación del i7 está pensada para ensalzar los sentidos empezando por el del tacto ya que las puertas solo necesitan una pulsación para abrirse de manera automática y eléctrica facilitándonos así el acceso al interior.

Executive Class

Función que se mantiene cuando accedemos al puesto de conducción y pisamos el freno, pues la puerta se vuelve a cerrar sola. Más elementos sensoriales: el oído. Como ya ocurre con el BMW iX (prueba) el equipo Bowers&Wilkins Diamond, que cuesta eso sí casi 7.000 euros, permite tener una experiencia de sonido digna de una sala de cine para gratitud de tus oídos. Del mismo modo puedo interactuar con el sistema utilizando mi voz e incluso puedo prescindir del tacto para mover el asistente de aparcamiento.

Pero donde de verdad este i7 da un paso al frente es en tecnología siendo más propia de un transbordador espacial que de un coche. Entre algunos de los elementos, el Head-up display enorme, el doble monitor BMW Curved Display heredado igualmente del iX o la realidad aumentada que nos permite tener una visión más clara de lo que pasa frente a nosotros. En cuanto al sistema multimedia, cuenta con todas las apps que uno puede imaginar e incluso tiene actualizaciones inalámbricas OTA.

Respecto a la calidad no hay nada que sorprenda. Exquisito en cada uno de sus rincones cuenta con materiales de primer nivel incluyendo cómo no las inserciones en cristal o el cuero de verdad con un ensamblaje casi perfecto. Lógicamente el nivel de personalización es infinito pero irá determinado del número de ceros que tengas en tu cuenta corriente

Cine en movimiento

Porque entre sus múltiples opciones la más destacada está el Paquete Executive Lounge que cuesta 6.700 euros y convierte la zona trasera en toda una clase Business gracias al asiento reclinable con función masaje cuyo principal reclamo es disfrutar de la Theater Screen. Un elemento que es sin duda el gran reclamo de esta séptima generación. Tiene una diagonal de 31,3 pulgadas, en un monitor en formato panorámico 32:9 con calidad 8K que permite enfatizar la experiencia sensorial hasta niveles nunca vistos en el mercado porque ninguna berlina tiene en sus plazas traseras una sala de cine.

Para redondear el apartado tecnológico, el usuario puede controlar todas las funciones del coche desde las pantallas situadas en los paneles de las puertas, una oda a la digitalización y al siglo en el que nos encontramos. Huelga decir, lógicamente, que el espacio reinante es excepcional y que pocas berlinas pueden ofrecer.

Grande, pero ágil

Pero este i7 es tan apto para sentirte como un VIP como para convertirte en el mejor piloto del mundo. Ojo, como buena berlina de representación está enfocado al confort pues tenemos todo un arsenal dinámico a nuestra disposición determinado por una suspensión neumática que nos hace sentir como en una alfombra voladora, a una dirección en las cuatro ruedas que mejor considerablemente la maniobrabilidad a cualquier velocidad, a las estabilizadoras activas que limitan el balanceo o a un aislamiento interno propio de la mejor burbuja. Por 11.000 euros más puedes sumar el acabado M Sport Pro que además de cambiar la estética del coche suma entre otros el chasis M Sport y los frenos M.

La guinda en todos los sentidos es un sistema de propulsión eléctrico de altas prestaciones. Tanto que es el mismo que conocimos en el i4 M50 (prueba) por lo que tenemos dos motores síncronos capaces de generar 544 CV y 745 Nm de par permitiéndole acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 4,7 segundos y de alcanzar una punta de 240 km/h. Poniéndolo en contexto solo es medio segundo más lento que la berlina con una conjunto que pesa media tonelada más. No obstante, pese a los 2.715 kilos que registra, este i7 es un auténtico cohete. Para mejorarlo, solo hay que presionar la leva del lado izquierdo con la que se activa el modo Boost que durante 10 segundos me da todo el rendimiento y ya has podido comprobar que mi espalda y el asiento se vuelven uno.

En cuanto a la batería el i7 cuenta con un paquete de 105,7 kWh de capacidad bruta que dan para homologar una autonomía oficial de 624 km a razón de 18,4 kWh/100 km. Recorrido que será complicado de conseguir a no ser que circules por ciudad, habitat poco natural para este coche pues al salir a carretera, escenario más proclive para este i7 verás que el consumo es de unos 22 kWh/100 km pudiendo no obstante llegar a cubrir cerca de 500 km. La carga tampoco desmerece pues en corriente alterna admite conexiones de 22 kW mientras que en corriente continua alcanza las 195 kW que son 10 kW menos de los que admite el i4. Sea como fuere, en 34 minutos puedes pasar del 0 al 80% y en 5 minutos puedes llenar 100 km.

Por último y como te decía al principio, este i7 está preparado para hacer frente a un nivel de conducción semiautónoma 3 gracias al amplísimo elenco de asistentes que monta y entre los que destaca el BMW Driving Assistant con, entre otros, realidad aumentada o asistente activo de cambio de carril. Por cierto, como todo buen BMW de nueva factura además de tener un sistema de aparcamiento remoto, es capaz de memorizar las maniobras para realizarlas de manera automática. Todo un coche del siglo XXII.

En definitiva

Hay fabricantes que no dejan de sorprendernos y en este caso BMW nos ha dejado con la boca completamente abierta ante la nueva entrega del Serie 7. Una generación que se estrena con esta alternativa i7 y que sube varios puntos el nivel. Lujo, refinamiento, placer de conducción y sobre todo confort de a bordo con una versión cero emisiones que ya nos permite pensar en viajar sin agobios en el caso de que estemos a los mandos y de llegar a desear que los tiempos de carga fuesen incluso más lentos para poder disfrutar de la Theater Screen, un gadget que cautiva a propios y extraños. Pero claro, optar por un i7 será placer de unos pocos, los mismos que tengan un parking adaptado para meter esta mole de casi 5 metros y medio, o una cuenta corriente capaz de hacer frente a un precio inicial de 140.000 euros y que pueden convertirse en casi 190.000 si quieres optar por la unidad que te hemos enseñado en esta prueba.

Galería de imágenes del BMW i7 xDrive60