En 2016 Skoda se adentró de lleno en el segmento SUV gracias al impulso comercial del Yeti. Para empezar, la firma checa presentó un modelo de gran tamaño, con un sinfín de espacio interior, siete plazas y unas capacidades off road más que notables, convirtiéndose además en la primera piedra de una gama que posteriormente se completaría con el Karoq y el Kamiq a los que también se han sumado alternativas cero emisiones como el Enyaq (prueba) y el Elroq. En este caso hablamos del Kodiaq que ahora alcanza su segunda generación, la misma que El Periódico de la Energía hay hemos conducido por primera vez para descubrir en profundidad no solo si mantiene sus atributos, sino si además suma otros completamente nuevos que le hacen ganar muchos puntos a favor.
VÍDEO| Primera prueba del Skoda Kodiaq iV PHEV: evolución natural
Fue el encargado de estrenar la gama SUV de Skoda y ahora sube varios puntos el nivel. El Kodiaq mejora en múltiples aspectos pero sobre todo en eficiencia gracias a esta nueva versión phev
Desde que apareció en el mercado hace 8 años, el Kodiaq ha conseguido vender nada menos que 1 millón de unidades, una cifra muy a tener en cuenta para un SUV de gran tamaño. Dimensiones que en esta segunda entrega varía ligeramente, aumentando su longitud en 6,1 cm, hasta los 4,76 metros, reduciendo su anchura y su altura en 2 cm, con 1,86 y 1,66 metros, respectivamente. Estéticamente no ofrece grandes cambios y mantiene una línea elegante y continuista, de corte familiar pero que sí permite distinguirle frente a su predecesor gracias, entre otros a elementos como:
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La nueva calandra, más grande y ancha que puede estar enmarcada en cromo o negro dependiendo del acabado. Junto a ella, los faros, divididos en dos secciones y con la posiblidad de escoger la tecnología Matrix TOP LED que, según la marca, ofrecen 15% más de potencia luminosa. Por cierto, aunque no se puede retroiluminar como el Enyaq (prueba del Coupé RS), sí tiene una tira de LED segmentada que la cruza y enfatiza la anchura.
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Un pilar C con una inédita moldura que puede estar pintada en gris o en negro dependiendo del acabado
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O la zaga, con un aspecto más definido y deportivo en el que destaca la forma en C de los grupos ópticos que se conectan entre sí en su parte inferior mediante una tira catadrióptica.
El conjunto exterior se completa con 9 colores de carrocería, 7 de los cuales son metalizados y con los nuevos juegos de llantas de aleación con un diámetro de 18 a 20 pulgadas. En lo que a estructuración de gama se refiere, hay tres acabados Selection, Design y Sportline, este último con un acento más deportivo que llegará a finales de año.
Al fondo hay sitio
Si el exterior es continuista, el interior es completamente nuevo en el que sobresale la enorme pantalla de 12,9 pulgadas de tipo flotante que, eso sí, es opcional en todos los acabados pues de partida arranca con una de 10”. Independientemente de cuál tengas,el sistema multimedia es completamente nuevo, con un funcionamiento más rápido e intuitivo, que integra igualmente un asistente vocal más avanzado con, incluso, inteligencia artificial mediante ChatGPT.
No es la única pantalla, ya que el cuadro de instrumentos será desde el acabado más básico un panel digital de 10,25 pulgadas que podrá combinar su funcionamiento con un Head-up display de proyección sobre el parabrisas, que aquí sí es opcional y viene en conjunto con el monitor más grande
Lo que sí es de serie son los denominados Smart Dials, que son estas tres ruedas giratoria s colocadas en la parte inferior que nos permiten aprovechar el espacio ya que integran varias funciones, pues dentro tienen una pantalla que nos permite ir cambiando simplemente con el giro. En las de los extremos tenemos la temperatura y si lo equipa, el confort del asiento con calefacción y ventilación, mientras que en la del centro podemos cambiar entre el caudal del aire, el zoom del mapa o el volumen e incluso seleccionar los modos de conducción. Todo ello se puede personalizar mediante la pantalla central.
Ya que estoy aquí, hablaros por un lado de la enorme calidad percibida que nos rodea, con materiales buenos y de corte noble, que nos envuelven casi en un coche pseudo-premium y, segundo, de cómo la zona central se ha despejado muchísimo pues al no tener ya versiones manuales, el selector del cambio se ha desplazado a la columna de dirección, al estilo del Enyaq iV, dejando este amplísimo hueco para colocar nuestros enseres.
Sin salir de la habitabilidad, decirte que los asientos delanteros pueden tener la certificación AGR y que gracias a los 3 cm adicionales en su batalla, los ocupantes traseros contarán con más espacio si cabe. Aquí, como ves, pueden ir tres adultos sin problemas, tanto por espacio para las piernas como para la cabeza. Por anchura tampoco desmerece aunque hubiéramos preferido que ofreciera tres asientos individuales en lugar de dos y uno más estrecho. Pero ojo, porque el nuevo Kodiaq mantiene una de sus virtudes que no es otra que la tercera fila de asientos que permite que adultos de estatura media viajen aquí, más ahora, que se han ganado unos centímetros en espacio para la cabeza. Eso sí, has de tener en cuenta que no es de serie sino que cuesta unos 1.100 euros pero el precio a pagar no es excesivo y te merecerá la pena por tener una mayor versatilidad de uso. Lo malo, es que en las versiones híbridas enchufables como esta no está disponible por la disposición de los elementos del sistema phev.
En cuanto al maletero, pierde algo de capacidad pero no es excesivo pues incluso en esta generación el volumen ha aumentado en nada menos que 75 litros en la versión de cinco plazas o 70 en las de siete. Así, las capacidades van de los 340 litros con las siete plazas desplegadas, puede llegar a los 910 litros con cinco plazas y más de 2.000 litros con solo dos. Además, has de tener en cuenta que la butaca frases se puede desplazar longitudinalmente por lo que es probable que la cifra de 910 litros se obtenga con esta en su posición más adelantada, la que deja menos espacio a los pasajeros.
Casi como un eléctrico
En marcha, la gran novedad es sin duda el amplio número de motores que ofrece partiendo de los etiqueta C como son todos los diésel 2.0 TDI, a escoger bien con 150 o 193 CV o el 2.0 TSI de 204 CV que llegará un poco más adelante. Pero la punta de lanza son las mecánica electrificadas que arrancan con el 1.5 TSI MHEV de 150 CV y etiqueta ECO que tiene un sistema microhíbrido de 48 voltios, homologando un gasto de 5,9 l/100 km y, sobre todo, la gran novedad, el híbrido enchufable que declara 204 CV de potencia conjunta y equipa una batería de 25,7 kWh de capacidad para homologar una autonomía cero emisiones de 123 km, pudiendo además cargarse en tomas de corriente continua de 50 kW.
En marcha tenemos un Kodiaq mucho más aplomado y cómodo de conducir que se acerca más a una berlina que a un SUV en el que la conducción por asfalto es especialmente buena, gozando de una alta insonorización y una agilidad bastante buena. Cualidades que puede mejorar con elementos como el chasis de control adaptativo DCC, con regulación de la amortiguación que aumenta las opciones de confort.
Ve por donde quieras
Sin embargo, como ya ocurriera con su predecesor, esta nueva entrega también puede escogerse con versiones de tracción total, lo que permite sacarle del asfalto y disfrutar de tramos como los que estamos probando ahora de la antigua Baja Aragón, en donde la tierra es la protagonista y la conducción ha de ser más exigente. Las versiones 4x4 tienen además control de descenso de pendientes y un par de menús específicos en el sistema multimedia con información como la altitud respecto al nivel del mar, el rumbo o el ángulo de giro de la dirección.
En definitiva
Mejorar lo que ya era bueno, así podríamos concluir esta prueba con un Skoda Kodiaq que madura en casi todos los sentidos, principalmente en calidad y digitalización, dejando intacto o incluso mejorando una de sus grandes virtudes como era el espacio interior y la posibilidad de tener esas siete plazas. Pero sin duda el elemento clave es la llegada de esa versión phev con más de 120 km de autonomía y la etiqueta CERO que nos permitirá circular sin restricciones y ahorrar algo de dinero en marcha ya que para el día a día es probable que no tengas que conectar el motor de combustión.
Ahora bien y como es habitual en estas nuevas generaciones en las que todo ha mejorado, el salto tarifario del Kodiaq se deja notar. En este sentido, el SUV arranca en los 42.960 euros del microhíbrido con acabado Selection, pasa a los 46.060 euros del diésel de 150 CV y los 49.160 euros del 190 CV, mientras que el iV PHEV que hemos probado más en profundidad ya asciende a los 49.560 euros. Precios todos ellos que pueden reducirse cuantiosamente gracias a las promociones comerciales y, en el caso del híbrido enchufable a la resta del Plan MOVES III dotado hasta de 7.000 euros por superar los 90 km de autonomía cero emisiones, quedándose en una horquilla de entre 32.950 y 37.950 euros en el mejor de los casos.
Galería de imágenes del Skoda Kodiaq iV PHEV
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