El 2024 no fue un buen año para el Grupo Volkswagen tanto en el apartado empresarial, con la sombra del cierre de las tres fábricas en Alemania (aunque finalmente parece que no acabará produciéndose tras las conversaciones con los sindicatos), como a nivel comercial, donde si bien ha mantenido a su marca matriz como la más vendida del Viejo Continente, sus números en electrificación han caído estrepitosamente. Pues bien, el 2025 parece que no será mucho más tranquilo para el gigante germano como consecuencia de la nueva normativa de emisiones 2025, la bautizada como CAFE.
Por la misma, cada fabricante que se exceda de los 93,6 gr/km establecidos por coche, tendrá que pagar una multa de 95 euros por cada gramo de más, lo que abre la puerta a que muchas marcas tengan que afrontar importantes multas multimillonarias o verse obligadas a tener que comprar los denominados bonos de emisiones. Justo antes de que se hiciera efectiva, ya te contamos aquí que había dos marcas a nivel europeo que lo tenían bastante crudo: Ford y la propia Volkswagen.
Sin novedades eléctricas
Pues bien, según informa Bloomberg, desde el Grupo Volkswagen ya han estimado el montante económico al que se tendrán que enfrentar y que, según el director de relaciones con los inversores de Volkswagen, Rolf Woller, acabará mermando los beneficios previstos para este año. En total hablamos de una cuantía que ascendería a 1.500 millones de euros según las estimaciones del conglomerado de Wolfsburgo que, evidentemente, frenarán la estrategia de la marca.
La misma que durante este 2025 parece que podría estar congelada en lo que a lanzamiento de modelos eléctricos se refiere, circunstancia que tampoco ayuda a que el fabricante consiga captar la atención un público que cada vez está más rodeado de modelos que pueden competir contra los integrantes de su familia ID. A todo ello se suma la preocupante situación de estancamiento europeo en lo relativo a las matriculaciones de coches cero emisiones con escenarios tan poco favorables como el recientemente acontecido en España con la supresión del Plan Moves III. Ante esta situación Volkswagen y otros muchos fabricantes han pedido a la Comisión Europea que bien suavice la norma o que al menos la revise para no tener que hacer un desembolso tan fuerte en multas.
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