La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha sacrificado su idea de crear un Fondo de Soberanía que haga frente a las ayudas millonarias de la ley de Reducción de la Inflación (IRA) de Estados Unidos, para sustituirla por un sello que acelerará la financiación de proyectos digitales, 'limpios' y biotecnológicos.
Aunque el planteamiento inicial era crear una hucha que funcionase como reflejo europeo del paquete estadounidense de 369.000 millones de dólares en subsidios y que Europa considera discriminatorio para sus empresas, la líder alemana anunció este martes que el fondo quedará relegado a una "reorientación" de planes existentes "reforzados" con 10.000 millones de euros aportados por los países de la UE.
La inyección se asignará a programas específicos y de la partida total, 3.000 millones irán para InvestEU; 500 millones, para Horizon Europe; otros 5.000 millones, al Fondo de Innovación y los 1.500 millones restantes, al Fondo Europeo de Defensa.
Ese montante de 10.000 millones se financiará a través de aportaciones de los Estados miembro --a quienes la Comisión ha pedido una contribución total que asciende a 66.000 millones-- y se espera que consiga movilizar un total de 160.000 millones de euros en inversiones.
Fondos suficientes
"Ahora tenemos fondos suficientes para proyectos en este sector, pero presupuestos limitados", explicó Von der Leyen, quien admitió que la UE ha agotado la flexibilidad presupuestaria para hacer frente a "crisis tras crisis".
Por ello, Bruselas propone la creación de una Plataforma de Tecnologías Estratégicas para Europa (STEP, por sus siglas en inglés) para promover la competitividad a largo plazo de la UE en tres industrias "críticas": la tecnología digital, la tecnología limpia y la biotecnología.
Tres sectores que la presidenta de la Comisión definió como "prioritarios" ya que son "cruciales" para mantener la ventaja competitiva de la UE al tiempo que reduce su dependencia países como China, que también ha anunciado inversiones en tecnologías 'limpias' que superan los 280.000 millones de dólares.
Aunque el Fondo de Soberanía haya quedado eclipsado por la nueva plataforma STEP, fuentes diplomáticas han asegurado a Europa Press que países como Francia, uno de los principales defensores de la ocurrencia de Von der Leyen, no dan "demasiada importancia al nombre", ya que la nueva iniciativa es una "interesante" propuesta de apoyo a las tecnologías estratégicas que se ajusta "plenamente" a la agenda de Versalles.
Este planteamiento complementa al Plan Industrial del Pacto Verde, como lo denomina Bruselas, anunciado por la líder alemana el pasado enero y que se centra en agilizar permisos para facilitar la inversión en los sectores cruciales a lo largo de toda la cadena de suministro a fin de alcanzar el objetivo de cero emisiones netas, lo que incluye la energía eólica, las bombas de calor, la energía solar, el hidrógeno limpio y el almacenamiento.
Ahora, las propuestas legislativas pasarán a manos de los negociadores del Parlamento Europeo y el Consejo, a los que Bruselas ha apremiado para cerrar un acuerdo sobre el paquete "inmediatamente después del verano".
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