Política energética

La AIE preconiza integrar más el sistema energético de Ucrania a la UE para que resista

La agencia pide reforzar la seguridad física y cibernética de las infraestructuras energéticas fundamentales, acelerar la entrega de equipos y piezas de repuesto para reparaciones

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La Agencia Internacional de la Energía (AIE) considera que una mayor integración del sistema energético de Ucrania con el de la Unión Europea (UE) es una de las mejores formas de ayudar a Kiev a resistir a los problemas de suministro que sufre por los ataques de Rusia.

En un informe presentado, la AIE defiende un aumento de las capacidades de importación de electricidad y gas desde la UE ante los riesgos que se ciernen sobre Ucrania a las puertas del invierno.

También apuesta por reforzar la seguridad física y cibernética de las infraestructuras energéticas fundamentales, acelerar la entrega de equipos y piezas de repuesto para reparaciones, una mayor descentralización del suministro eléctrico o invertir en eficiencia.

"El sistema energético ucraniano ha superado los dos últimos inviernos gracias a la resistencia de su pueblo y a la fuerte solidaridad de sus socios internacionales. Pero este invierno será, con diferencia, su prueba más dura hasta ahora", advierte Fatih Birol, el director ejecutivo de la agencia.

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Birol, que este jueves presenta el informe en Bruselas junto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, insiste en que si las medidas preconizadas se aplican con rapidez y de forma eficaz, "podrían marcar una gran diferencia. Y pondrían a Ucrania en un camino de un futuro energético más sólido y sostenible".

El sistema energético de Ucrania

A ese respecto, los autores del informe hacen hincapié en que su puesta en marcha debe hacerse de forma que permitan reducir los costes para que se sienten las bases de "un sistema energético moderno, resistente y sostenible, integrado con Europa".

Desde la invasión de Rusia en febrero de 2022, las infraestructuras energéticas han sido uno de los objetivos fundamentales de los ataques de Moscú.

Esa tendencia ha ido a más desde la pasada primavera con cada vez más ataques a las plantas de producción de electricidad o de calor o las redes de transporte.

Antes incluso de la última ola de esos ataques en agosto, más de dos tercios de las capacidades que tenía Ucrania para la generación de electricidad antes de la guerra estaba fuera de servicio porque había sido destruida, se encontraba dañada o bajo ocupación rusa.

La AIE previene de que la situación podría empeorar conforme se acerca el invierno, con los días más cortos y más fríos.

En concreto, se corre el riesgo de que se haga todavía mayor la brecha entre las capacidades de suministro eléctrico disponible y los picos de demanda en invierno.

Eso amenaza la alimentación energética de hospitales, escuelas y otras instituciones clave o la llegada de los flujos de calor a las ciudades ucranianas.

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