El Gobierno de Irak ha acusado a las empresas extranjeras de la región del Kurdistán de bloquear la reanudación de las exportaciones de petróleo a través del oleoducto Irak-Turquía (ITP), cerrado desde hace un año tras un fallo internacional para resolver una disputa entre Bagdad y Ankara.
El Ministerio de Petróleo iraquí dijo en un comunicado que el principal obstáculo para reanudar las exportaciones es "la reticencia de las empresas extranjeras que operan en el Kurdistán iraquí a entregar oficialmente su producción al gobierno regional para que la exporte de acuerdo con la Ley federal".
El oleoducto Irak y Turquía
Las exportaciones a través del ITP -por donde circulaba alrededor del 0,5 % del suministro global de crudo- fueron suspendidas por Turquía el 25 de marzo de 2023 tras un fallo de la Cámara de Comercio Internacional (CCI), que concluyó que Ankara había violado algunos puntos del tratado rubricado en 1973.
A través del ITP, Turquía recibió exportaciones del Kurdistán sin la aprobación del Gobierno iraquí, por lo que la CCI ordenó a Ankara a pagar 1.500 millones de dólares a Bagdad por realizar operaciones no autorizadas entre 2014 y 2018.
La acusación del Ministerio iraquí de Petróleo se produjo después de que la Asociación de la Industria del Petróleo del Kurdistán (Apikur) emitiera en un comunicado lamentando que el Gobierno de Irak o el del Kurdistán no han mandado una propuesto para reanudar las exportaciones.
Según la asociación, compuesta por ocho compañías miembro, el cierre del ITP supone el bloqueo a la exportación de unos 450.000 barriles de crudo diarios, algo que la Apikur estima que ha provocado la pérdida de 11.000 millones de dólares para Irak, unos 1.000 millones cada mes.
Asimismo, la asociación aseguró que sus empresas están "comprometidas con sus contratos" con el Gobierno kurdo, al tiempo que acusó a Bagdad de "no haber tomado las acciones necesarios para reabrir el ITP y permitir las exportaciones de la región del Kurdistán iraquí, pese al anuncio de Turquía en octubre de 2023 de que el oleoducto es operacional y está listo para exportar crudo".
Bagdad aseguró que "el Gobierno federal es el más afectado por el cese de las exportaciones", que podrían reanudarse si las empresas extranjeras "entregan petróleo producidos en yacimientos ubicados en la región (del Kurdistán) de conformidad con la Ley".
El ITP fue construido en agosto de 1973 para el transporte de crudo producido en la provincia de Kirkuk, disputada entre Bagdad y el Kurdistán, hacia la terminal marítima kurda de Ceyhan, y posteriormente la infraestructura se fue ampliando para abarcar otros yacimientos del país árabe.
Los desacuerdos entre el Gobierno central y el kurdo comenzaron tras la expulsión del grupo terrorista Estado Islámico de Kirkuk entre 2014 y 2017, puesto que las autoridades del Kurdistán anexionaron algunas zonas del norte de Irak que incluían importantes yacimientos petroleros.
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