El Gobierno de Bélgica ha cerrado su acuerdo para prolongar la actividad de dos reactores nucleares con la compañía francesa Engie, que los explota, una decisión tomada durante la escalada de los precios del gas en 2022-2023 y que supone una inflexión respecto a los planes precedentes.
La pieza clave del acuerdo para continuar la producción eléctrica en los reactores de Tihange 3 y de Doel 4, según explicó Engie en un comunicado, es la transferencia de la responsabilidad sobre los residuos nucleares a las autoridades belgas.
Esto ha sido posible porque la Comisión Europea dio luz verde el pasado 21 de febrero al pago de los 15.000 millones de euros del compromiso alcanzado por Engie y el Gobierno belga en 2024 para realizar esas operaciones, que incluyen tanto los residuos nucleares como el combustible usado.
Después del primer pago que se ha llevado a cabo ahora, el segundo se tendrá que abonar en noviembre de este año, cuando vuelvan a arrancar los reactores, que tienen una capacidad de producción de hasta 2.000 megavatios.
Este viernes, al quedar finalizado el acuerdo, Engie destacó en un comunicado que, al derivar todas esas responsabilidades al Gobierno belga, dejará de estar expuesta en el futuro a las variaciones que pudieran tener los costos para el tratamiento de los residuos.
Los reactores nucleares de Bélgica
Los dos reactores dependerán de una empresa común creada por el Estado belga y por Electrabel, filial belga de Engie, en la que se reparten un 89,8% a partes iguales, y en la que el 10,2% restante corresponde a Luminus (filial de la francesa EDF).
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