NET ZERO

Las economías asiáticas necesitan multiplicar por cinco el despliegue de renovables hasta 2030 para ajustarse a las trayectorias de cero emisiones netas

Un nuevo análisis de Agora Energiewende muestra cómo impulsar la energía solar y eólica eliminando barreras y aumentando la flexibilidad del sistema eléctrico.

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Una aceleración significativa del despliegue de energías renovables puede ayudar a los gobiernos del sur, sureste y este de Asia a alcanzar sus objetivos climáticos. Un nuevo análisis de Agora Energiewende visualiza las vías necesarias para el crecimiento eólico y solar en economías seleccionadas de la región y muestra cómo impulsar la energía solar y eólica eliminando barreras y aumentando la flexibilidad del sistema eléctrico.

La transición hacia una energía limpia está cobrando impulso en el sur, el sudeste y el este de Asia, y muchos gobiernos se han fijado objetivos de energía neta cero para mediados de siglo o poco después. Para alcanzar estos objetivos, el despliegue de energías renovables, especialmente la solar y la eólica, debe quintuplicarse en la región de aquí a 2030. Establecer procesos de planificación sólidos, habilitar marcos políticos y financieros que favorezcan las energías renovables frente a los combustibles fósiles y aumentar la flexibilidad del sector eléctrico serán claves para lograr el crecimiento necesario. Estas son las principales conclusiones de un nuevo análisis comparativo de Agora Energiewende.

El think tank ha analizado más de 35 escenarios energéticos a largo plazo para Indonesia, Pakistán, Bangladesh, Japón, Filipinas, Vietnam, Tailandia, Corea del Sur y Taiwán. En conjunto, estas economías engloban a unos 1.100 millones de personas que representan alrededor del 14% de la población mundial, el 10% de la demanda mundial de electricidad y el 10% de las emisiones del sector energético mundial. La publicación interactiva Ágora visualiza las vías necesarias para que el crecimiento eólico y solar alcance objetivos climáticos ambiciosos y esboza medidas políticas para acelerar la transición hacia energías limpias en la región.

Expansión significativa de la energía eólica y solar como estrategia clave para alcanzar la energía neta cero

Mientras que a escala mundial el despliegue de la energía eólica y solar sigue alcanzando máximos históricos, los avances en las economías analizadas han sido lentos. La cuota de energía solar y eólica en la mayoría de estas regiones se mantiene por debajo del seis por ciento, a pesar de la caída del coste de las tecnologías de energía limpia.

"Descarbonizar los sistemas eléctricos es el primer paso para llegar a cero neto. Para cumplir los objetivos climáticos de la región, será crucial acelerar el despliegue de la energía eólica y solar en los próximos cinco años", afirma Dimitri Pescia, responsable del programa de Agora Energiewende para el Sudeste Asiático.

Para alcanzar el objetivo de cero emisiones netas a mediados de siglo, las energías renovables tendrán que suministrar el 50% de la electricidad total en 2030, con un 30% procedente de la eólica y la solar. Esto supone quintuplicar la situación actual y corresponde a un aumento de la capacidad de unos 55 GW de energía solar y 20 GW anuales. Desglosado por países, esto significa, por ejemplo, que Japón debería instalar de media unos 9 GW de energía solar y 3 GW de energía eólica al año. Tailandia e Indonesia, por su parte, necesitan desplegar unos 8 GW de energía solar y 1 GW de energía eólica al año.

Es esencial un cambio de paradigma en el sector eléctrico****

El futuro crecimiento de la energía eólica y solar depende en gran medida de las decisiones reguladoras y de economía política. En muchos países asiáticos, las tecnologías de energías limpias siguen encontrando barreras de entrada y otros retos estructurales que habrá que abordar para acelerar la transición hacia las energías renovables.

Por ejemplo, aunque la energía solar y la eólica tienen unos costes operativos significativamente más bajos que las tecnologías basadas en combustibles fósiles y no suponen ningún gasto en combustible, tienen unos costes de inversión inicial relativamente altos. Por lo tanto, su desarrollo depende del acceso a financiación de bajo coste, lo que es especialmente relevante para las economías emergentes y en desarrollo de Asia.

Los procesos de autorización complejos y prolongados, como ocurre por ejemplo en Corea del Sur, también pueden retrasar considerablemente los proyectos y aumentar los costes de desarrollo. Un proceso de aprobación simplificado para las energías renovables, que puede incluir la consolidación de las aprobaciones bajo una única autoridad, podría mejorar la confianza de los inversores y las partes interesadas.

En países densamente poblados como Japón y Bangladesh, la disponibilidad de suelo también es un problema. Explorar zonas alternativas, por ejemplo la energía solar fotovoltaica en terrenos agrícolas o la fotovoltaica flotante en embalses de agua, puede ayudar a ampliar las opciones de los promotores de energías renovables.

Los combustibles fósiles existentes en el sistema eléctrico también pueden desincentivar las energías renovables, sobre todo en caso de exceso de capacidad o si el marco regulador favorece a los combustibles fósiles. "Una posible solución sería permitir el despacho prioritario de las renovables, lo que ofrecería una clara señal de mercado para incentivar la flexibilidad", dice Pescia. "Puede ser muy eficaz para aumentar la cuota de renovables si se combina con un plan estructurado de retirada de activos fósiles".

Las distintas fases requieren una política específica****

El análisis de Ágora identifica las medidas políticas que pueden impulsar el despliegue de las energías renovables en las distintas fases de la transición en las regiones. En zonas geográficas en las que la cuota de energías renovables variables es aún baja, como Indonesia o Bangladesh, la atención debe centrarse en atraer inversiones en energía eólica y solar a través de mecanismos de reducción de riesgos y el diseño de códigos de red de apoyo para su conexión al sistema eléctrico.

En los casos en los que ya ha progresado la adopción de energías renovables variables, por ejemplo en Vietnam o Japón, es fundamental gestionar los retos de la integración. Esto puede hacerse mediante una combinación de mejoras reguladoras y de mercado que minimicen las inflexibilidades del sistema. A largo plazo, serán necesarios enfoques más sistemáticos de la integración de las energías renovables para fomentar las inversiones en infraestructuras flexibles, como el desarrollo de la red y el almacenamiento. Por último, en el camino hacia la energía neta cero, la electrificación basada en energías renovables de sectores como el transporte y la calefacción residencial será esencial tanto para descarbonizar esos sectores finales como para facilitar la integración de la energía solar y eólica variable.

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