El coche eléctrico consigue algo histórico en Alemania de cara a las próximas elecciones
El próximo 23 de febrero se celebran las elecciones de la primera economía de Europa y todos los partidos que se presentan a las elecciones tienen un punto en común: te lo explicamos junto con algunos detalles más de sus programas
Alemania es y ha sido en el pasado y presente más reciente, la primera economía del Viejo Continente. Tanto es así que ha sido capaz de cambiar algunas de los dictámenes emitidos por la Comisión Europea como el hecho de suavizar la prohibición de los motores de combustión para el 2035, aunque en la actualidad su influencia en el mercado eléctrico ha decrecido bastante. Hoy por hoy su principal ‘guerra’ viene determinada por la nueva normativa de emisiones que ha entrado en vigor en esta pasada quincena, con el objetivo principal de evitar que los fabricantes paguen multas.
Circunstancia que, podríamos decir, ha conseguido un hecho histórico ya que parece que los principales partidos políticos que se presentan a las próximas elecciones, datadas para el domingo 23 de febrero, caminan juntos en la misma dirección: suprimir las multas por exceso de emisiones. Recordemos que desde el pasado 1 de enero la normativa CAFE 2025ha reducido drásticamente la media de emisiones de cada fabricante hasta los 96,3 gr/km, provocando que todas aquellas marcas que superen dicho límite tendrán que hacer frente a cuantiosas multas. Para evitarlo, estas empresas han tomado dos vías, o conseguir que su cuota de eléctricos se sitúe en el 20%, algo que es inviable para muchas, o comprar los denominados créditos de emisiones a firmas completamente eléctricas como Tesla.
Qué dice cada partido
Sin embargo, según apuntan desde Reuters, todos los grandes partidos se opondrían a dicha medida, pues este es uno de los puntos principales de sus programas. No obstante, donde distan unos de otros, principalmente los de derechas frente a los de izquierdas, es en la prohibición total de los motores de combustión para dentro de una década.
Si entramos en detalle de lo que propone cada partido, entre los puntos más destacados del CDU/CSU, es decir, los conservadores demócrata-cristianos están precisamente el revocar la prohibición del 2035 aunque sí defienden cierto aperturismo hacia los combustible sintéticos. Consideran que la movilidad es una cuestión de libertad personal, rechazando lo que denomina políticas “anticoches”, y que también tiene influencia sobre los límites de velocidad en las autopistas o la prohibición de entrar en el centro urbano. No obstante, sí están a favor de mejorar y ampliar la infraestructura de carga pública.
En el caso del partido de extrema derecha, Alternativa para Alemania (AfD), también apoya la retirada de la normativa de 2035 ya que quieren garantizar la producción de motores de combustión durante para así proteger los puestos de trabajo, al tiempo que quieren suprimir la financiación pública de la infraestructura de carga. En definitiva, quieren que sea el mercado y no la ley la que determine qué tecnología es la adecuada para los automóviles en el momento indicado, asegurando que todas las tecnologías deberían gozar de políticas de desgravación fiscal iguales.
Por su parte, los socialdemócratas de centroizquierda (SPD) de Olaf Scholz se oponen a las multas por exceso de emisiones, aseverando que los fabricantes necesitan ese dinero para seguir desarrollando coches cero emisiones pero no a la prohibición de 2035. De esta forma proponen reducciones de impuestos para la compra o el alquiler de coches eléctricos, así como expandir la infraestructura de carga y establecer un límite a las tarifas de la red de transmisión para que la carga sea más asequible.
En última estancia, el partido de Los Verdes es quizá el único que se desmarca ligeramente de la prohibición de 2025 ya que sí consideran que deberían pagar si se exceden pero se muestran laxos a la hora de que los fabricantes efectuasen los pagos, ya que dichos fondos se podrían utilizar para otras iniciativas en favor de la movilidad eléctrica. Donde sí se muestran tajantes es en el apoyo a la prohibición total de los motores de combustión para dentro de una década. El partido sostiene que es el propio Estado el que debería brindar apoyo a los compradores de coches eléctricos, sobre todo si estos son europeos (de hecho son fieles defensores de los aranceles a los coches chinos), así como subvencionar a las economías menos pudientes para que no solo puedan acceder a un coche, sino cargarlo de manera más económica.
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