La captura, utilización y almacenamiento de carbono (CCUS) es un elemento crucial en la descarbonización global, pero la economía actual limita el despliegue de la utilización de CO2, ya que los altos costes y las subvenciones insuficientes obstaculizan el mercado, según un informe reciente de Wood Mackenzie.
La utilización de CO2 representa actualmente menos del 5% de la capacidad de captura anunciada en todo el mundo; se necesitan incentivos más fuertes, dice Wood Mackenzie
En el escenario 2050 neto cero de Wood Mackenzie, se necesitan más de 7.000 toneladas anuales (7 Btpa) de capacidad de CCUS. En la actualidad, se han anunciado 500 Mtpa de capacidad prevista de captura de carbono en todo el mundo, de las cuales más del 95% se dedican al almacenamiento y menos del 5% (22,4 Mtpa) a la utilización, según el informe “¿Utilizar o no utilizar? CO2 utilisation as a carbon capture enabler”.
Según Rohan Dighe, analista de investigación de CCUS para Wood Mackenzie, “la ampliación de la utilización de CO2 podría reforzar los aspectos económicos generales de la captura de carbono, pero los elevados costes actuales, las subvenciones insuficientes y los mercados insustanciales de primas verdes están limitando el apetito por el crecimiento de la utilización».
La mayoría de los mercados siguen siendo poco competitivos debido a los costes
Según el informe, los e-hidrocarburos no son competitivos y cuestan tres veces más que la tecnología tradicional cuando se utiliza H2 verde, que supone más del 80% del coste de producción.
Sin embargo, la mineralización de CO2 en piedra caliza de gran pureza es competitiva con la fabricación tradicional y arroja rendimientos de dos dígitos si la tecnología se escala económicamente, pero el tamaño del mercado es limitado.
“El mercado de los áridos podría superar las 500 Mtpa, pero la conversión en áridos es demasiado cara hoy en día para ser competitiva”, afirma Dighe.
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Se necesita más apoyo político e incentivos fiscales
Según Dighe, los incentivos fiscales como la 45Q estadounidense y el crédito fiscal a la inversión canadiense apoyan la utilización, pero su alcance es limitado y no proporcionan ingresos suficientes para justificar los proyectos. Sólo la UE ha legislado un mandato de utilización de CO2, que se limita al uso de e-combustible en la aviación.
“La política de apoyo a la demanda de productos de utilización no es lo suficientemente fuerte”, afirma Dighe. “Sin mercados para estos productos, la economía del aprovechamiento seguirá estando en desventaja. La reducción de los costes de las materias primas y la tecnología y el desarrollo de incentivos políticos sólidos son cruciales para que la utilización se convierta en un factor legítimo y generalizado de despliegue de la captura de carbono”.
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