Europa marca el futuro eléctrico: ¿qué países lo lideran?
La electrificación en el Viejo Continente avanza a ritmos dispares, con los países nórdicos siendo el referente al tiempo que grandes mercados como Alemania y España muestran un crecimiento sólido pero fragmentado
Europa sigue consolidándose como uno de los focos mundiales en la integración de los vehículos electrificados (eléctricos e híbridos enchufables), sobre todo en este 2025 en el que los datos son bastante positivos. En los primeros nueve meses del año, las matriculaciones alcanzaron 2,72 millones, evidenciando un crecimiento del 27% respecto a 2024. Este avance demuestra un cambio estructural hacia la movilidad sostenible, aunque con diferencias notables entre países y tecnología, tal y como demuestra el análisis realizado por Tradingpedia con los datos de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) para revelar qué países lideran la adopción de vehículos eléctricos.
Desgranando por tecnologías, los vehículos completamente eléctricos alcanzaron cerca de 1,8 millones, con un aumento del 25,4% interanual, mientras que los phev hicieron lo propio hasta llegar a los 920.00 unidades, un 32% más. Paralelamente, los híbridos (HEV) mantienen una posición dominante representando el 34,8% de las nuevas matriculaciones, un reflejo de que muchos consumidores optan por tecnologías que ofrecen un balance entre electrificación y autonomía tradicional.
Los países nórdicos, la gran referencia para el resto
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Si nos vamos por regiones, es indiscutible que tanto Noruega como sus vecinos nórdicos se convierten en la referente de estas nuevas matriculaciones. Con un 90,8% de nuevos vehículos vendidos completamente cero emisiones durante 2025, el país ha dejado atrás casi por completo los motores de combustión, con caídas de más del 50 % y el 37 %, respectivamente.
Esta tendencia se debe a un sólido marco regulatorio, incentivos económicos y una infraestructura de carga muy desarrollada. Junto a Noruega, Dinamarca, Suecia y Finlandia también presentan penetraciones superiores al 50%, situándose a la cabeza del continente en movilidad eléctrica.
Sin embargo, este efecto de sustitución dista mucho de ser uniforme en el resto de regiones. A pesar de que la cuota de vehículos eléctricos en Letonia prácticamente se ha duplicado, los modelos de gasolina y diésel siguen dominando el mercado, representando el 79,42 % de las matriculaciones de vehículos nuevos en 2025. El contraste es aún más marcado en Bulgaria, donde el 90,63 % de los vehículos nuevos aún funcionan con combustibles convencionales y las matriculaciones de vehículos de gasolina han aumentado un 10,83 % interanual.
Polonia se destaca como un posible punto de inflexión en Europa Central . Las matriculaciones de eléctricos se duplicaron con creces (+106,7%), seguidas de cerca por los híbridos enchufables (+97%), lo que elevó la cuota de mercado de vehículos eléctricos del país al 11%, casi el doble del nivel del año pasado. De igual manera, Chequia experimentó un crecimiento general del mercado de vehículos eléctricos del 55%, con los híbridos enchufables a la cabeza (+78,6%). Estos cambios sugieren que las flotas de empresas y los incentivos de la UE están empezando a llegar a los mercados de ingresos medios.
Crecimiento acelerado en España e Italia, pero aún con retos
En el sur de Europa se siguen mejorando los datos.
En el caso de España, casi hemos duplicado las ventas de vehículos eléctricos puros en 2025 acompañadas de un fuerte auge en híbridos enchufables. Italia experimenta un crecimiento similar, impulsado por mejoras en infraestructura y políticas públicas. A pesar de estas cifras alentadoras, la cuota de mercado relativa de VE en ambos países aún es menor que en el norte de Europa, reflejando desafíos de ingresos, distribución de puntos de carga y percepción del consumidor.
En este caso, Alemania sigue siendo el principal mercado europeo para vehículos eléctricos, con cerca de 600.000 vehículos eléctricos vendidos en 2025. El crecimiento del 38% en BEVs va acompañado de un aumento aún mayor en híbridos enchufables (+64%), lo que señala una preferencia cautelosa por modelos que combinan motor eléctrico y combustión. El Reino Unido le siguió de cerca, con 349.414 BEV y 172.639 PHEV registrados, con un crecimiento del 29,5 % para los BEV y del 38,2 % para los PHEV, lo que demuestra una fuerte demanda del mercado, incluso con la evolución de los incentivos.
El papel creciente de marcas tradicionales frente a los nuevos actores
Tesla lanza dos versiones 'baratas' del Model Y y del 3 con precios de 39.990 y 36.990 dólares.Tesla
Aunque Tesla sigue siendo reconocida como la pionera de la movilidad eléctrica, en Europa su presencia ha cedido terreno frente a los fabricantes clásicos. Volkswagen Group domina el mercado con más de 2,6 millones de unidades vendidas a través de sus marcas VW, Audi y Skoda. Stellantis y Renault también presentan cifras destacables con 1,46 y 1 millón, respectivamente, mientras que el segmento Premium, el grupo BMW con sus casi 720.000 unidades aportan una parte sustancial de ingresos y prestigio.
Incluso empresas más pequeñas, como SAIC Motor, con 226.000 vehículos eléctricos, superan sus expectativas, generando 56.300 millones de euros en ingresos globales y demostrando que una identidad de marca bien diseñada y una oferta de alto valor pueden generar una rentabilidad extraordinaria. En el caso de Tesla, no aparece como gran grupo y de hecho solo es la firma eléctrica más vendida en su país, EEUU, con 174.000 unidades.
Retos de futuro
Aunque el despliegue de puntos de recarga en Europa avanza, todavía es una asignatura pendiente para la consolidación plena del mercado eléctrico, sobre todo en mercados medianos y pequeños. La disponibilidad y accesibilidad de estaciones de carga influyen directamente en la confianza del consumidor y la posibilidad de uso diario de un vehículo eléctrico. La coordinación entre gobiernos y sector privado será determinante para cerrar esta brecha e impulsar la electrificación masiva durante la próxima década.
Europa está entrando en una fase de madurez en cuanto a la electrificación del transporte, con crecimiento sostenido, aunque moderado respecto a etapas anteriores de explosión de demanda. La consolidación del parque eléctrico dependerá de factores clave: continuidad en las políticas públicas, innovación tecnológica en baterías y vehículos, y la respuesta de consumidores y empresas. Además, la transición debe abordar la equidad territorial y socioeconómica para no dejar atrás a regiones o sectores con menos recursos.
La meta de prohibir la venta de nuevos vehículos con motor térmico para 2035 sigue siendo el símbolo de la hoja de ruta europea hacia la descarbonización, con el coche eléctrico en el centro de esa visión. El éxito de esta transformación exige esfuerzos coordinados y sostenidos que aseguren que la electrificación no solo sea una opción para mercados avanzados, sino un elemento accesible y eficiente para todo el continente.
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