Los hogares y las empresas de Hungría consumieron en 2022 un 17 % menos de gas que el año anterior debido al aumento del precio de la energía, una reducción que en el mes de diciembre se disparó hasta el 24 %, informó hoy el Ministerio de Asuntos Energéticos.
Según esa fuente, en el último mes del año pasado los hogares redujeron su consumo en un 23 % y las empresas en un 25 %, respecto al mismo periodo de 2021, según recoge la agencia MTI.
También ha bajado un 7 % el uso de la electricidad respecto a diciembre de 2021.
En lo que se refiere a todo el año, el consumo de electricidad disminuyó un 3 por ciento respecto a 2021.
El precio del gas en Hungría
El Gobierno del ultranacionalista Viktor Orbán ya había introducido topes a los precios de la energía antes de que empezara la invasión rusa de Ucrania, para contrarrestar el encarecimiento.
A pesar del ello, el Gobierno húngaro, el mejor aliado de Moscú en la Unión Europea (UE), asegura que los elevados precios se deben a las sanciones comunitarias contra Rusia por la agresión a Ucrania.
Hungría registró el pasado noviembre una inflación interanual del 22,5 %, la más alta en la UE, pero en el caso de los alimentos el encarecimiento fue considerablemente mayor, del 40 %, con casos extremos como el 100 % de los huevos.
Los altos precios y la inflación también afectan a las instituciones del país, donde ahorran también con la calefacción.
Según el Sindicato Democrático de Pedagogos (PDSZ) hay escuelas donde los alumnos pasan la jornada en aulas a apenas 16 grados centígrados.
Según una encuesta reciente del Instituto de Investigaciones Económicas (GKI) el 78 % de los hogares húngaros trata de ahorrar con la calefacción, principalmente bajando la temperatura, pero también aplicando otras tecnologías, como la solar, o mejorando el aislamiento.
Hungría depende de las fuentes de energía rusas, ya que compra de allí el 85 % del gas y el 65 % del petróleo que consume.
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