El último** informe RECAI ** (Renewable Energy Country Attractiveness Index) que elabora periódicamente la consultora Ernst & Young, los inversores extranjeros han perdido cualquier atisbo de interés por el mercado español de renovables. España, que llegó a ocupar los primeros puestos de este ranking hace unos cuantos años, ha caído hasta el puesto 24º sobre un total de 40 países, según la última edición de este informe presentada ayer (ver clasificación).
El problema no es nuevo. La lenta agonía del sector español de las energías limpias comenzó en 2010, cuando empezaron los recortes, pero fue a partir de 2012, con la reforma energética y los sucesivos recortes a las retribuciones, cuando el sector entró en barrena. En cada nuevo informe España se va hundiendo en la clasificación de una forma sistemática. Si en la edición anterior del RECAI, publicada en septiembre de 2014, España caía tres puestos –del 19 al 22-en la última edición nuestro país cae hasta la 24ª posición, con una puntuación de 49,1 puntos, siendo superada en la clasificación por México y Taiwan.
España ha dejado de tener interés no sólo para los inversores, sino también para los autores del informe, que apenas dedican unas líneas a nuestro país, para destacar que el Ministerio de Industria prevé aumentar en 8,5 GW la capacidad instalada en energías renovables y que el sector tendrá que devolver 1.200 millones de ayudas recibidas entre julio de 2013 y mayo de 2014. Y eso es todo.
Lo que tenían que decir ya lo dijeron en el informe anterior, en el que E&Y indicaba que la nueva normativa y los recortes hacen muy difícil, por no decir imposible, que se acometan nuevas inversiones en el país debido, por un lado, a la inseguridad jurídica que supone haber modificado la normativa con carácter retroactivo y, por otro, porque el nuevo sistema retributivo no garantiza la rentabilidad razonable de los proyectos. El informe consideraba que la nueva situación irremediablemente repercutirá en una menor inversión, en la pérdida de puestos de trabajo y en una más que posible fuga de capitales en busca de otros mercados que ofrezcan mayores garantías de seguridad, estabilidad y rentabilidad.
La posición de España varía según las fuentes. Las peores posiciones -34º puesto en ambas- las consigue en geotérmica e hidroeléctrica. La cosa no va mucho mejor en eólica -28º lugar en eólica terrestre y 26º en eólica marina- y en biomasa, donde se queda en el 27ª posición. La cosa mejora un poquitín en fotovoltaica, donde se sitúa en mitad de la tabla –20º puesto- y curiosamente las mejores clasificaciones las obtiene en solar térmica -10º puesto- y las energías mareomotriz y de la olas, en la que figura en 15ª posición.
"La volatilidad del precio del petróleo y los desafíos geopolíticos hacen cada día más necesaria la diversificación como un medio para lograr una mayor seguridad energética. En este sentido, las energías renovables se están convirtiendo en una parte cada vez más importante del mix de generación para muchos países, que pueden protagonizar una escalada en nuestro índice. lo que resulta en una serie de mercados de escalada nuestro índice atractivo. La inversión mundial en energías renovables superó los 300.000 millones de dólares en 2014, cifra superior a la inversión en nueva generación nuclear y combustibles fósiles", señaló Ben Warren, jefe de la división de Electricidad y editor jefe del informe RECAI, en la presentación del informe.
La clasificación vuelve a estar encabezada por China, con 75,6 puntos, y entre los 10 primeros puestos sólo hay que anotar dos cambios: India adelanta a Canadá y la relega al 6º puesto, y Francia adelanta al Reinio Unido y se aúpa al 7º lugar. El informe destaca a India y el África subsahariana como ejemplos clave de mercados que despiertan un interés creciente entre los inversores extranjeros, convirtiéndose en una seria alternativa que competirá cada día más con los destinos de inversión tradicionales.
Para Ben Warren, "los gobiernos y los responsables políticos deberán trabajar aún más para establecer políticas energéticas transparentes y creíbles a largo plazo, incluyendo la puesta en marcha de reformas de mercado a menudo difíciles, para conseguir captar inversiones en energía renovable en los próximos años".
La claridad legislativa aúpa a la India
Un buen ejemplo de ideas claras y política transparente lo ha dado la India, que asciende al 5º puesto de la clasificación, probablemente impulsada por su política energética. El Gobierno de Narendra Modi, ha anunciado que quiere que la energía fotovoltaica sea la base del sistema eléctrico de la India en el futuro y para ello aumentará a 100 gigavatios la potencia instalada fotovoltaica en el país, lo que conllevaría una inversión de 100.000 millones de dólares en los próximos siete años.
También la claridad de idea es recompensada en Europa. La transición energética gala le ha permitido a Francia adelantar al Reino Unido y auparse al 7º puesto de la clasificación, de la misma manera que la claridad en el marco legislativo permite a Polonia ganar un puesto en la tabla, y el compromiso de alejamiento de la nuclear para apostar por un objetivo 100% de renovables también ayuda a Suecia a escalar un puesto.
Fuera de Europa, México continuó su ascenso en el ranking después de la progresión de su ley de transición energética, que establece una hoja de ruta detallada para alcanzar los ambiciosos objetivos de energías renovables del país, junto a sus más amplias reformas energéticas. Al mismo tiempo, Egipto se reincorporó al índice tras dos años de ausencia, gracias a un mayor apoyo gubernamental para las energías renovables.
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10/03/2015