La demanda global de gas va a crecer a un ritmo anual del 2% de aquí a 2020, indicó este jueves la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que corrigió así a la baja sus propias perspectivas anteriores, en las que auguraba un alza del 2,3%.
Esa ralentización del consumo se debe en particular al comportamiento de Asia, donde en 2013 y 2014 se constató un debilitamiento de la demanda del gas por problemas de competitividad en precios respecto al carbón y a las renovables, explicó la AIE en su informe sobre el mercado gasístico a medio plazo.
"La creencia de que Asia absorbería cualquier cantidad de gas y a cualquier precio ha dejado de darse por supuesto", advirtió la directora ejecutiva de la organización, Maria van der Hoeven, que añadió que "en un mundo con un carbón muy barato y con costos de las renovables a la baja es difícil competir para el gas".
Los autores del estudio reconocieron que a corto plazo el hundimiento de los precios -el del gas está muy vinculado al del petróleo- acarrea más consumo, pero la evolución a largo plazo es más incierta, en particular en Asia, donde algunos países han apostado por centrales térmicas de carbón.
En el caso concreto de China, donde la progresión del consumo ha pasado del 14% de media anual en los cinco ejercicios que precedieron a 2014 a un solo dígito ese año, la AIE anticipó un ascenso que se situará en el 10% anual en la segunda parte de la década.
Por su lado, el descenso del precio puede afectar negativamente a la exploración de nuevos yacimientos y a las inversiones en infraestructuras cuya rentabilidad quedaría comprometida.
La agencia consideró que el hundimiento del barril de petróleo plantea "poco riesgo" sobre los proyectos que ya están en construcción, pero la amenaza es mayor para los nuevos.
Los proyectos de gas natural licuado (GNL) que deben entrar en servicio de aquí a 2020 -un 90 % de los cuales se concentran en Australia y Estados Unidos- incrementarán las capacidades de exportación en un 40 %.
Europa ofrecerá una importante salida a esos nuevos flujos, ya que las importaciones de GNL casi se duplicarán entre 2014 y 2020.
Pese a todo, la AIE no augura una reducción de las compras de gas por parte de los países europeos a Rusia -ni en el contexto de tensiones políticas actuales-, de manera que seguirán en una horquilla entre 150.000 y 160.000 millones de metros cúbicos.
Uno de los motivos es que la producción doméstica en los países europeos que pertenecen a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en 2020 será un 25 % inferior a la de 2010.
Además, se espera una "moderada recuperación" de la demanda que necesitará aumentar las importaciones a Europa en casi un tercio entre 2014 y 2020.
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