Light, la compañía eléctrica de Río de Janeiro, solicitó este viernes acogerse a un proceso de recuperación judicial, amparado en la ley de quiebras.
La empresa reconoció que tiene deudas de 11.000 millones de reales (2.234 millones de dólares/2.059 millones de euros) a las que no puede hacer frente porque "se está agravando" su situación económico-financiera.
En un comunicado enviado al mercado, aseguró que el proceso de recuperación judicial le permitirá "reajustar" su endeudamiento y su estructura de capital.
En los últimos días, varios fondos de inversiones adquirieron una participación en la empresa, entre ellos Termo Capital (7,16 %) y WNT, que compró el 15,21 %, mientras que el estadounidense BlackRock se deshizo de un 2,9 % de sus acciones.
Hasta el cierre del primer trimestre, la empresa estaba controlada por el fondo Samambaia (20,01 %), el banco Santander (10,54 %), BlackRock (5,64 %) y el resto del capital se cotizaba en bolsa (63,81 %), según el último balance financiero de la compañía.
Light es la compañía distribuidora en exclusiva de Río de Janeiro y otros 30 municipios de esa región, donde abastece a cerca de 17 millones de clientes.
La empresa arrastra desde hace años problemas financieros por su excesivo endeudamiento, que se agravó con la disminución de ingresos experimentada por la caída de consumo eléctrico durante la pandemia de covid-19.
La petición de recuperación judicial fue interpuesta por la matriz de la compañía y no por su distribuidora de electricidad, según aclaró la Agencia Nacional de Energía Eléctrica de Brasil (Aneel) en un comunicado.
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