La refinanciación de los proyectos a los que se ha visto abocada la industria eólica está convirtiéndose en una tarea de auténtica ingeniería financiera. A día de hoy, no se puede sacar una conclusión global, ya que no hay una receta mágica para el conjunto del sector, por lo que los expertos desechan la tesis que sugería una solución global similar a la del “banco malo” aplicada en la reforma financiera. Los bancos están estudiando caso por caso, intentando alargar a toda costa los plazos de la vida útil de los proyectos.
Esta fue una de las principales conclusiones a las que se llegó en el encuentro organizado hace unos días por la Asociación Empresarial Eólica (AEE), en el que se debatió en torno a la que hoy por hoy es la principal preocupación del sector: la refinanciación de los proyectos del sector, y en el que participaron como ponentes, Josep Montañés, de Banc Sabadell; Luis Lombana, de Windbrokers y Fermín Rezola, de Capital Dividens.
El representante del Banc Sabadell, entidad que participa en el 40% de los parques eólicos y está presente en el 60% de las plantas termosolares en España, manifestó que los bancos están yendo poco a poco y ocupándose en primer término de los parques que han de reestructurar deuda en los próximos seis o doce meses, y que la impresión es esperanzadora, ya que se están consiguiendo resultados positivos.
Los distintos participantes coincidieron en señalar la dificultad de hacer pronósticos ya que hay numerosas incógnitas, entre las que destacaron, como más importantes saber qué ocurrirá en los próximos seis ejercicios, en qué niveles estará el tipo de interés del bono a 10 años, que es el que determina la supuesta “rentabilidad razonable” para la producción de energía eólica, o ver en qué acaba el proceso que se ha iniciado en los tribunales de justicia, porque en el sector, nadie espera que la reforma se quede como tal y como está.
Alternativas al 'project finance'
En el debate ser trataron de buscar alternativas de financiación al Project finance, y los expertos allí presentes apuntaron el lease buy back para proyectos en situaciones difíciles o la venta de las máquinas pero conservando los permisos para operar el parque a largo plazo en la confianza de un mejor entorno regulatorio en un futuro.
También se habló del leasing y las operaciones de venta de títulos entre inversores privados o private placement, así como de la potenciación de los instrumentos ICO e incluso de una posible salida a Bolsa a través del MAB (Mercado Alternativo Bursátil) y el mercado de renta fija. ¿El problema? Que la mayor parte de todas estas alternativas sólo son asequibles a los grandes proyectos.
Y un aviso a navegantes para los más intrépidos: las posibilidades de financiación de los nuevos proyectos que no percibirán incentivos son nulas. Los expertos no cierran la puerta y consideran que puede que llegue un momento en que la banca esté dispuesta a asumir el riesgo de mercado, pero en estos momentos es imposible.
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