El Ente Regional de la Energía de Castilla y León (EREN) ha firmado un memorando de colaboración con la Clean Hydrogen Joint Undertaking para apoyar los proyectos de innovación e investigación de hidrógeno renovable a través de la transferencia de conocimiento, el desarrollo de capacidades para la explotación de esta tecnología y la colaboración conjunta en programas de gestión y financiación de proyectos.
El acuerdo, firmado el pasado 21 de noviembre en Bruselas por el director de Energía y Minas, Alfonso Arroyo, es un paso importante para afianzar en Castilla y León el hidrógeno verde y crear un vector energético que contribuya a mantener y mejorar el actual estado de bienestar, ha informado la Junta de Castilla y León en nota de prensa.
La Clean Hydrogen JU es la única entidad público-privada de Europa que promociona y apoya los proyectos de innovación e investigación de hidrógeno renovable que se plantan en el continente, con el propósito de acelerarlos, desarrollarlos y mejorarlos.
Castilla y León tiene como reto incorporar el hidrógeno como uno de los elementos clave para la descarbonización del territorio, y ante las dificultades legislativas, normativas, económicas y de inversión, de aceptación pública y privada existentes, el memorando facilita el camino siendo actores en el desarrollo del hidrógeno renovable y sus aplicaciones.
Líder en generación renovable
La Junta ha recordado que Castilla y León es la Comunidad líder en generación de electricidad con fuentes renovables, con una generación de electricidad en 2023 mediante estas fuentes de 24.662 GWh, que supera con creces la demanda regional, 12.998 GWh, por lo que dispone de un recurso renovable excedentario que permite a España cumplir con sus compromisos globales en materia de energías renovables.
Durante los últimos años, han surgido en la Comunidad más de 50 iniciativas o proyectos que tratan de aprovechar gran parte de este potencial renovable mediante el desarrollo de proyectos de generación de hidrógeno verde o renovable, con el fin de utilizarlo como materia prima para el desarrollo de productos químicos, como el metanol o el amoníaco, muy demandados en el sector industrial; o bien como uso energético, como sustituto de los actuales combustibles fósiles.
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